Los alumnos de las dos especialidades que se imparten en la Escuela de Hostelería de Cádiz acordaron ayer, en asamblea, finalizar el encierro que venían manteniendo en el propio centro desde hace algo más de una semana. No obstante, seguirán sin acudir a clase como medida de protesta para exigir una solución para la Escuela, y ello pasa por inyectarle dinero. Cabe recordar que el centro formativo aún no ha percibido la subvención correspondiente al presente curso.

Los estudiantes transmitieron ayer sus quejas y malestar al nuevo director gerente de la Escuela, Faustino Valdés, que desde el pasado día 4 sustituye en el cargo a Sebastián Castro, quien renunció dos semanas después de ser nombrado por el Consejo Rector del Consorcio Escuela de Hostelería.

El representante del alumnado, Daniel Chouza, explicó a este medio que han decidido darle "un voto de confianza" al nuevo gestor del centro. "Valdés se ha comprometido con nosotros a darnos una respuesta sobre la situación de la Escuela tras Semana Santa, el próximo lunes 21. Nos ha pedido que levantemos el encierro, y lo hemos hecho como voto de confianza, pero seguiremos con nuestra huelga como medida reivindicativa", manifestó el portavoz estudiantil. Asimismo, resaltó que siguen sin uniformes y que el restaurante del centro lleva varias semanas cerrado.

A este nuevo parón hay que sumarle las horas de clases que se perdieron al inicio del curso, pues no hay que olvidar que los estudiantes se incorporaron a las aulas ya en diciembre, una vez resuelto los problemas administrativos y superarse así la fase de verificación y control de subvenciones de fondos europeos correspondientes al Fondo Social Europeo. Fue a finales del noviembre cuando la Junta de Andalucía efectuó el pago de las ocho nóminas que adeudaba a cada uno de los 17 empleados del centro.