Cádiz

Fallece Obdulia Gudin Ponce

Finalmente, tras luchar paciente y tenazmente, ha fallecido Obdulia, esa mujer buena que, dotada de exquisita delicadeza y de depurada ternura, ha soportado con fortaleza y con entereza el penoso proceso de una insaciable enfermedad, transmitiéndonos un testimonio vivo de serenidad. Con sus prolongados silencios y con sus expresiones sencillas ha patentizado las considerables dimensiones de su talla humana y de su hondura espiritual. Si algo ha caracterizado a Obdulia, ha sido, además de su ilimitada capacidad para encajar las adversidades, su paciencia, su entereza, su constancia y la firmeza de sus convicciones.

Era una mujer laboriosa, sencilla, servicial y respetuosa lo mismo cuando estaba sana que durante el tiempo que ha sobrellevado su mortal enfermedad. Ha sido durante este último período cuando nos ha dictado las más lúcidas lecciones de grandeza, de delicadeza y de finura de espíritu, compartiendo su tiempo, sus ilusiones y sus adversidades con su esposo Hans-Josef Artz. Sirvan estas modestas palabras de pequeño homenaje a una mujer buena, a una conciudadana que ha derrochado sencillez, cordialidad y modestia.

Si tuviéramos que definir con una sola palabra a Obdulia, posiblemente la más adecuada sería la "bondad". Es, a nuestro juicio, el término que mejor le cuadraba y el que más hemos pronunciado y escuchado durante su enfermedad. Bondad, que ella traducía en una gran comprensión, consecuencia de su respeto a todos; en una actitud de servicio, que nacía de su interés por remediar los problemas de todos a los que trataba; en una inagotable capacidad de sufrimiento, aumentada por el delicado cuidado que ponía en evitar o en suavizar el dolor de los que le rodeaban.

Aunque es cierto que las enfermedades a veces degradan la calidad de la vida humana e incluso deterioran algunas de nuestras facultades, también es verdad que muchos seres humanos alcanzan los niveles más altos de calidad, precisamente, en la última etapa de sus vidas.

Expresamos nuestros sentimientos de dolor, compartidos con sus amigos y con sus familiares, y transmitimos nuestras condolencias a su esposo Hans-Josef, a sus hijos y a sus nietos por esta pérdida tan sensible, y manifestamos nuestra profunda gratitud por sus ejemplares testimonios. Que descanse en paz.

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