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El Paseante

Exportando la pericia de Iberoamérica

  • La muestra de objetos iberoamericanos ofrece al visitante una amplia gama de productos exóticos traídos desde Sudamérica · La feria artesanal de San Antonio está formada por nueve puestos

La etapa veraniega es tiempo de esperanza y paz no solo para aquél que anhela el descanso vacacional, sino también para el vendedor que encuentra en el turista su mejor aliado de subsistencia. La vetusta plaza de San Antonio, uno de los enclaves más amplios de la capital, acoge una de esas muestras artesanales destinadas a ofrecer lo mejor de la pericia de unos cuantos menestrales. En esta ocasión, toca el turno de personas que exportan las costumbres iberoamericanas en forma de artesanía.

Con el título de 'Feria de Artesanía y Regalos del Mundo' este mercado, organizado por Fundación Arteamérica, el Festival Internacional de Folklore de Cádiz y el Ayuntamiento, da la bienvenida a un visitante que en ciertas horas del día se encuentra ausente en algún otro lugar de la ciudad.

Artilugios procedentes de Iberoamérica constituyen el grueso de la oferta que este mercado puede aportar al demandante de objetos exóticos hechos a mano al otro lado del Océano. Artículos como pañuelos, prendas lugareñas de Perú, pulseras, pendientes, componen la totalidad de productos que se venden al público en los poco más de nueve puestos disponibles.

El hecho de ser una muestra de artesanía de otros lugares del mundo es una ventaja, ya que puede generar la respuesta positiva de los amantes a la cultura americana.

Otra manera de unir lazos entre Cádiz e Iberoamérica en un año en el que esta simbiosis cobra protagonismo por los diferentes actos conmemorativos por el Bicentenario de las Cortes de Cádiz. Los propios dependientes utilizan vestimentas originarias de varias zonas del mundo latino. No obstante, la animación del enclave es escasa, tímidos sonidos de flauta rompen el silencio de una tarde desangelada sin apenas público en las primeras horas.

Aunque conforme se acercaba la noche la afluencia de personas mejora notablemente. Un instrumento oriundo de Iberoamérica sirve a uno de los artesanos para hacer que el tiempo corra más deprisa mientras observa con énfasis las pisadas de los escasos merodeadores del lugar.

Tras él, un conjunto de lonas con diferentes santos de lugares andinos se erigen como la apuesta comercial más llamativa y a su vez poco común en este tipo de eventos artesanales que se organizan en la capital.

Una muestra que durante unos días ofrecerá al gaditano y al turista algunas de las destrezas artesanales más interesantes que se manejan desde la otra orilla del Atlántico.

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