El final feliz en la promoción de Los Chinchorros se antoja casi imposible. Como si de la crónica de una muerte anunciada se tratara, tras años de parón en la construcción de las 171 viviendas que debían levantarse en el polígono San Juan Bautista, varios de los afectados han recibido una comunicación del registro de la propiedad en la que se les informa que la entidad bancaria que en su día concedió el crédito a la promotora Arrecife Costa Bahía, surgida de la unión de Goncava y Unión Parque Bahía (UPB), ha ejecutado la hipoteca que pesa sobre los terrenos. Esto quiere decir que aquellas personas que hace una década permutaron su casa con la promesa de obtener una nueva se quedarán sin lo uno ni lo otro. Nada, sólo decepción y desesperación, ya que en muchos casos han comenzado a ser desahuciados de sus viviendas de alquiler tras no poder hacer frente a los pagos. La promotora que firmó los contratos se comprometió a abonar las mensualidades pero desde hace muchos meses dejó de hacerlo, con lo que el caso de Los Chinchorros puede dar con decenas de familias en la calle.

Marcelo Villacosta, portavoz de la Asociación de Afectados de Los Chinchorros, que en la tarde de ayer mantenía una reunión de urgencia, comentaba a este medio que "con esta decisión de la caja se va todo al garete". Informó igualmente que han solicitado una reunión urgente con el director territorial de zona de dicha entidad bancaria para intentar encontrar una solución que no pase por la pérdida de todos sus derechos a los vecinos que habitaban Los Chinchorros desde su construcción a mediados del siglo pasado, "ya que la promotora ya ha dejado bien claro que no tiene ninguna intención de solucionar el caos que ha creado".

El procedimiento judicial iniciado tras la decisión de la entidad bancaria de ejecutar la hipoteca sobre los terrenos situados entre el viejo cementerio de San José y la avenida Ana de Viya se tramita en el juzgado de lo Social número 5 de Cádiz. La justicia ya ha dado la razón a algunos de los afectados en sus demandas contra la empresa constructora, aunque este giro de los acontecimientos puede ser determinante. "El banco amenaza con ejecutar la hipoteca y la promotora con acogerse a la ley concursal. Es una pelea entre dos gigantes y nosotros, que somos unas hormiguitas, estamos en medio sin poder hacer nada".

Al preguntarle por la posibilidad de que el banco decida sacar a subasta la promoción y continuar adelante dijo que "es una posibilidad pero nosotros no tenemos ni idea y lo que queremos es que alguien nos explique la situación en que nos quedamos".

Lo único seguro hasta ahora es que hay vecinos que entregaron sus casas a cambio de un papel mojado y otros que pueden perder muchos millones de pesetas.