Cádiz

"Esperamos que el banco nos dé a corto plazo una solución definitiva"

  • El futuro de la promoción de Los Chinchorros sigue en el aire Los afectados confían en que se respeten sus derechos

Hace más de seis meses que se llevó a cabo la ejecución hipotecaria de los terrenos donde se estaba construyendo la promoción de viviendas de Los Chinchorros y su futuro sigue en el aire.

CaixaBank, entidad bancaria que estaba financiando las obras de construcción de los edificios, se adjudicó las dos parcelas que se subastaron el pasado 21 de octubre, a la que se presentó como único postor. Ese mismo día, sus representantes expresaron la intención de sentarse a dialogar con los afectados para intentar llegar a un acuerdo.

A día de hoy, no se sabe nada del resultado de estas negociaciones. Hace unas semanas, al ser preguntada por este periódico, la entidad bancaria respondió que continuaba dialogando con los afectados.

"Seguimos negociando con La Caixa. Estamos intentando acercar posturas lo máximo posible de la mano del Ayuntamiento y esperamos que nos den una solución definitiva a corto plazo para continuar con las obras de la promoción, respetando nuestros derechos", afirmó ayer el presidente de la Asociación de Afectados por la Promoción de Los Chinchorros, Marcelo Villacorta, quien insistió en que confía que el banco "cumpla con el compromiso que adquirió en su momento de respetar nuestros derechos".

Villacorta recordó que llevan "muchos años esperando" sus pisos, por lo que desea que las negociaciones "no se alarguen mucho en el tiempo y se llegue pronto a una solución".

Y es que los afectados llevan esperando sus nuevas casas más de una década. Tras varios parones en las obras, los últimos trabajos que se realizaron allí fueron en el año 2009. La promotora presentó un concurso de acreedores en noviembre de 2011 que se resolvió el pasado mes de octubre con la subasta en la que CaixaBank se adjudicó las dos parcelas por el 50% del valor de tasación de cada una de ellas.

Marcelo Villacorta manifestó la preocupación de las personas que permutaron sus casas -ubicadas en los terrenos donde se levantarían los nuevos edificios- por viviendas en estos bloques y las que entregaron una cantidad de dinero para comprar algunos de los pisos. Algunas de ellas han muerto esperando sus nuevas casas.

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