Cada paso que se da en las obras de rehabilitación de la Comisaría Provincial de la Policía Nacional demuestra el deficiente estado de las instalaciones y la difícil situación que están soportando los funcionarios policiales para poder llevar a cabo sus tareas con total normalidad. En el día de ayer se procedió por parte de una empresa especializada al encapsulamiento de los bajantes de fibrocemento que contienen amianto.

Esta acción se ha tenido que hacer a partir del requerimiento realizado por la Inspección de Trabajo hace dos semanas, que obligó a que las tuberías quedaran totalmente aisladas para evitar cualquier riesgo para los trabajadores y los ciudadanos que acuden a estas instalaciones.

Todos los tubos que permanecen al descubierto se encuentran en dependencias que se encuentran clausuradas, ya sea por haber en ellas tuberías de fibrocemento o por estar apuntaladas por los trabajos de restauración en este inmueble de la avenida de Andalucía. En la actualidad, la mitad de las oficinas de la sede policial están cerradas por los peligros y las molestias que pueden ocasionar a los funcionarios.

Una muestra de las medidas de seguridad que se deben tomar para poder trabajar con las tuberías de fibrocemento es la indumentaria que han tenido que usar los operarios encargados de realizar el encapsulamiento, ya que se han tenido que proteger completamente con monos, guantes, cascos y mascarillas para no tener ningún contacto con el amianto. Para hacer esta acción, primero tuvieron que aplicar un tratamiento para proceder posteriormente a su revestimiento.

Ante estas actuaciones de prevención, la secretaria general del SUP Cádiz, María del Carmen Velayos, denunció que los funcionarios policiales y los ciudadanos "hemos estado durante meses sin protección", algo que, en su opinión, resulta "chocante" por las herramientas de trabajo usadas para poder realizar el recubrimiento de los bajantes.