El voto de los concejales del Grupo municipal del Partido Popular Ignacio Romaní y José Blas Fernández y el de los tres representantes de Endesa en el consejo de administración de Eléctrica de Cádiz consiguieron ayer que fuese rechazada la creación de un bono social gaditano consensuado con numerosos colectivos de la ciudad y respaldado de manera unánime por el Pleno municipal. Tal y como estaba previsto, votaron a favor los representantes de Por Cádiz sí se puede (David Navarro); Ganar Cádiz en Común (Eva Tubío); PSOE (Juan Cantero), y el consejero de Unicaja. 

El bono social local pretendía ser una ayuda alternativa al aprobado pero todavía no reglamentado por el Gobierno central. Se diseñó para socorrer de manera definitiva a unas 6.000 personas -2.000 familias- que habitualmente no pueden pagar el recibo de la luz o no pueden hacerlo con regularidad y se ven obligadas a pedir ayuda todos los meses, a varias instituciones a veces.

El PP -según difundió ayer a través de un comunicado- alegó en defensa de su voto en contra una sorprendente cuestión formal: que se sometió a votación la firma de un convenio a tres bandas cuyo texto no se presentó. Textualmente, lo que se votó fue la "aprobación, si procede, de la suscripción de un convenio entre el Ayuntamiento de Cádiz, la Fundación Eléctrica de Cádiz y la Comercializadora Eléctrica de Cádiz, SA., para la puesta en marcha de un bono social de Eléctrica de Cádiz, en los términos de la propuesta de 19 de diciembre de 2016". Esta última propuesta no es otra que la que emanó de la Mesa contra la pobreza energética -en la que también participó el PP, aunque luego se retirase-, la que se llevó al Pleno municipal que la aprobó por unanimidad y en la que se basó tanto el informe jurídico encargado por Eléctrica de Cádiz como otro de la gerencia que ayer se pusieron sobre la mesa.

El primero, en resumen, consideraba viable el bono social gaditano y recomendaba la mediación de una fundación. El segundo planteaba una serie de dificultades técnicas que fuentes de la gerencia calificaron de "fácilmente subsanables" en el caso de que hubiese "voluntad política" de que el bono saliese adelante.

Apenas dos horas de reunión bastaron para que se expusiesen los dos documentos, se debatiesen y se pasase a votar. Y se demostrase que no había voluntad política.

David Navarro, presidente de Eléctrica de Cádiz, ha lamentado la decisión del consejo y ha declarado que "hoy [por ayer] hemos asistido a una traición del Partido Popular a la ciudad de Cádiz, al priorizar los intereses de Endesa, sobre los de las familias más vulnerables".

Por su parte, la concejala y consejera de Eléctrica de Cádiz por parte de Ganar Cádiz, Eva Tubío ha manifestado que "el PP ha incumplido su compromiso asumido en el pleno del Ayuntamiento el 30 de octubre de crear un bono social en Cádiz. Las familias de Cádiz no se merecen esto".

El equipo de Gobierno recuerda que el proyecto de bono social de Cádiz rechazado ayer "tiene su origen en una reivindicación de los colectivos sociales de la ciudad, que presentaron miles de firmas en 2014 para su creación, y se convirtió en compromiso de todos los partidos políticos del Ayuntamiento gracias a un acuerdo plenario el 30 de octubre de 2015".

El bono iba a ser financiado con una donación voluntaria de la suministradora de 600.000 euros, cuyos beneficios anuales oscilan entre los 8 y 10 millones de euros, y que en 2016 obtendrá beneficios extraordinarios de más de 15 millones de euros.