Por más que se repita la historia, por más que sea un clásico y que forme parte del paisaje de la ciudad, los gaditanos siempre responden a la llamada del buque escuela Juan Sebastián de Elcano.
A las tres de la tarde se iniciaron las jornadas de puertas abiertas en el buque que el sábado zarpará para iniciar su LXVII Crucero de Instrucción.
A lo largo de la tarde fue llegando gente al Muelle Ciudad que lo primero que se encontraron cuando llegaban a las cercanías del buque-escuela era un control de seguridad en el que todas las personas que querían subir a bordo tenían que depositar en un lugar preparado todas sus pertenencias de bolsos y mochilas. La seguridad es la seguridad y más en un momento en el que hay cierto miedo a posibles atentados terroristas.
En el barco la gente podía recorrer de un extremo al otro de la cubierta el buque y se hizo toda clase de fotos, en especial en los extremos de la proa y de la popa.
Sobre todo fueron familias acompañados de sus pequeños, que por primera vez acudían a visitar a uno de los embajadores itinerantes de este país y de la ciudad de Cádiz.
Este es un viaje especial para el Juan Sebastián de Elcano porque va a haber a bordo hasta seis mujeres guardiamarinas, una de ellas del cuerpo general y las otras cinco del de intendencia, uno de los mayores números de su historia.
Otra de las singularidades de este viaje es que va a comenzar con retraso a lo previsto inicialmente. Normalmente el buque-escuela sale en los primeros diez día de enero, aunque en esta ocasión se ha retrasado dos meses. El viaje le llevará de Cádiz a Santa Cruz de Tenerife y de ahí cruzará el Atlántico hacia Fortaleza (Brasil), San Juan de Puerto Rico, La Habana (Cuba), Miami y Baltimore (Estados Unidos) y ya partirá de vuelta hacia España, donde llegará a la Academia de Marín el 1 de julio. Posteriormente acabará su viaje en la capital gaditana y más tarde irá a La Carraca para pasar por los trabajos de revisión habituales después de cada viaje.
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