Cuando parta de Cádiz el próximo sábado 10 de enero, el buque-escuela Juan Sebastián de Elcano lucirá renovada imagen después de la restauración completa del mascarón de proa del velero y la sustitución de la diosa Minerva por una nueva imagen. La figura es la segunda copia del original que llevaba el buque en lo alto de su tajamar en 1927, cuando fue botado desde las gradas del astillero gaditano.

Precisamente el día en que el barco parta en su octogésimo crucero de instrucción por América, el comandante del Elcano de la Armada, el capitán de navío Javier Romero Caramelo, entregará un recuerdo del buque al imaginero malagueño Rafael Ruiz Liébana y a la representante del astillero Nereo de Málaga, Araceli Sánchez-Guitard, "por haber llevado a buen término y en tiempo récord la restauración", según se destaca desde el Ministerio de Defensa.

Tallado en cedro americano, el mascarón del buque ha sufrido los embates de la mar durante casi un cuarto de siglo en el que el navío ha recorrido más de medio millón de millas náuticas, la distancia equivalente a 23 vueltas al mundo. Así, la restauración efectuada por Ruiz Liébana en estrecha colaboración con el astillero Nereo, tuvo que hacer frente al deterioro ocasionado en ese tiempo y armonizar a su vez las variadas reparaciones que se han hecho a lo largo de los años en el arsenal de La Carraca.

El mascarón de proa solía tener relación con el nombre del buque, armador o nación constructora del barco y se decía que era el alma de la nave. En el caso del Elcano el primer nombre elegido para él fue el de la diosa, Minerva, pues iba a ser el sustituto de otro velero de igual nombre. Pero que no llegó a utilizarse por no reunir las condiciones necesarias. Sin embargo, durante una visita a Cádiz del entonces presidente del gobierno de Alfonso XII, general del Primo de Rivera, el director de los astilleros le propuso que se cambiase el nombre del buque en construcción por otro más relacionado con la historia marítima española. Desde entonces el naviero lleva el nombre del famoso circunavegante, pero ha sido Minerva la que ha estado coronando su tajamar en sus 81 años de vida.