Cádiz

"El Doce fue un ejemplo de impulso constructivo"

  • Fernando Savater inauguró los Cursos de Verano de la UCA calificando al Bicentenario de "positivo y estimulante"

"La Constitución de 1812 nos dio una lección: puso la educación encima y no debajo". Fernando Savater, filósofo y escritor, unió ayer los términos constitución, educación y ciudadanía para explicar el papel de las personas en el Bicentenario de la Carta Marga aprobada en Cádiz hace casi dos siglos. Savater inauguró así la 62 edición de los Cursos de Verano de Cádiz, organizados por la Universidad gaditana, pronunciando en la Sala Bolívar del Aulario La Bomba, sede de los Cursos, la conferencia titulada 'Educación y Ciudadanía: pasado, presente y futuro de la Constitución de 1812', en el marco del seminario 'Los impactos sociales y económicos de los grandes eventos en la vida de las ciudades'.

El pensador vasco se refirió al Bicentenario como una efemérides "positiva y estimulante" que "merece celebrarse" desde dos puntos de vista: el académico e intelectual y el del estudio "del impulso que representó" destacando su "actual vigencia" como ejemplo de "renovaciones, de no dejarse imponer por las tradiciones lúgubres de este país, un impulso constructivo. Los españoles somos muy dados al pataleo, pero hacemos poco. En la Constitución de 1812 hay algo más que un simple malestar del pueblo, hay una necesidad de construir".

Savater hizo hincapié en el papel fundamental que deben jugar los ciudadanos el próximo año, no como objetos pasivos y sí como actores principales, en el marco de una democracia asentada. Hizo un guiño al movimiento 'Democracia Real ¡Ya!'' comentando que "cuanto más real sea la democracia, más defectos tendrá, porque más se nos parecerá. La democracia, en retórica, es algo perfecto, pero no es más que un conjunto de garantías para que la ciudadanía funcione. En sí misma, la democracia no soluciona nada. No tiene un piloto automático. Nosotros, los ciudadanos, somos los que tenemos que activarla".

El autor de 'Ética para Amador' avisó de que el conocimiento "no es siempre favorable, pero es más desfavorable no conocer. Los ciudadanos demócratas no nacen como unas plantas, es una creación de la democracia. El ciudadano tiene que aprender a serlo, debe esforzarse. Y su formación no sólo implica sacar un título para conseguir un trabajo, también implica formarse como ciudadanos". Animó asimismo a los educadores a no cejar en el empeño de formar personas, ciudadanos: "Todo el que educa asume la responsabilidad de caer antipático porque frustra, pero hay que ofrecer resistencia ante el capricho para ayudar a hacer crecer el valor ciudadano y la individualidad, que es el objetivo máximo de la autoridad, que no hay que confundir con la tiranía".

A juicio del filósofo vasco "decir que los políticos son todos malos como si fueran unos invasores extraterrestres que vienen a fastidiarnos y que los ciudadanos somos los buenos es caer en un profundo desconocimiento". Defendió que la democracia "debe crear personas capaces de transformar las ideas, de entender las demandas inteligibles de los demás. La opinión hay que compartirla, no imponerla". Savater, que incluyó en su disertación varias citas de personajes ilustrados, recalcó que la educación "es aprender a discutir y las personas educadas son las capaces de entrar en el camino de la ciudadanía. Hemos de crear una forma de estar donde quepan todas las formas de ser".

Por último abogó por la reivindicación, por parte de la ciudadanía, de "una apuesta inmediata" por la educación. "Los resultados de una política educativa se ven 20 años después, pero ningún político tiene una visión de 20 años", explicó para finalizar su intervención.

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