La Policía Nacional ha detenido a tres miembros de un conocido clan familiar que se dedicaba al hurto en tiendas y centros comerciales de toda España y que el pasado fin de semana se encontraba en Cádiz. La detención de los tres presuntos ladrones se produjo el pasado sábado, tras comprobar la presencia de uno de ellos, ya conocido por la Policía, en Cádiz. 

Ante tal circunstancia, los agentes de la Brigada de Policía Judicial iniciaron una investigación que dio como fruto la localización de los tres miembros del clan en un hostal de la ciudad del centro histórico.

Tras la detención de los presuntos ladrones, que iban a utilizar un vehículo en ese momento,  fueron localizadas gran cantidad de prendas de vestir y calzado en el interior de ese vehículo, sin que los detenidos pudieran aportar ningún ticket de compra que acreditara su propiedad, ni tampoco dar garantías de su procedencia. Fue por este motivo por el que se trasladó a los sospechosos a la Comisaría. 

Allí, fueron localizadas las llaves de un segundo vehículo, que tras varias batidas por la ciudad se localizó estacionado en la calle Pericón de Cádiz. Y en el interior del maletero aparecieron nuevos productos textiles, incluso con las etiquetas de precio y del establecimiento de procedencia. Además, también se encontraron algunos utensilios que parece que se utilizaban por los detenidos para cometer los hurtos y poder desactivar las alarmas de las prendas y objetos sustraídos de esas tiendas.

La Policía está actualmente investigando estos hechos, aunque todo hace indicar que los detenidos aún no habían tenido oportunidad de operar en la ciudad, para lo que se estarían preparando de cara a estos próximos días. De hecho, la Policía Nacional piensa que los tres miembros del clan estarían planeando actuar en tiendas y centros comerciales gaditanos este próximo fin de semana. 

Por la procedencia de los objetos incautados, se cree que venían operando desde Salamanca hacia el sur realizando hurtos en los centros comerciales de diferentes localidades, hasta alcanzar un botín que se estima cercano a los 2.000 euros, aunque muchas de las prendas no tenían la etiqueta que marca el precio, por lo que se desconoce la cuantía exacta de todo el material incautado por la Policía. De manera organizada, habrían ido sustrayendo al descuido las prendas y los artículos incautados en esta actuación policial del pasado fin de semana.