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Después de vivir en los balcones

  • SKEPP prevé un cambio en el modo de trabajo de los españoles después de la experiencia del teletrabajo debido al teletrabajo.

Oficina en alquiler de la Calle Recoletos 5 en el barrio de Salamanca, Madrid.

Oficina en alquiler de la Calle Recoletos 5 en el barrio de Salamanca, Madrid.

Según algunas voces científicas no podemos dar por acabado el confinamiento, incluso se habla de una segunda oleada de contagios con la llegada del otoño. Muchas cosas son las que van a cambiar tras la entrada del COVID-19 en nuestras vidas, entre ellas la forma de organización laboral. No todos los cambios serán negativos, incluso nos gustarán.

Los espacios de trabajo han tenido que implementar sus medidas higiénicas y sanitarias, precauciones que parecen alargase más de lo previsto en un primer momento. En numerosas empresas se está apostando por una vuelta a trabajo en turnos, es decir, mitad de la plantilla trabaja en el lugar de trabajo mientras la otra teletrabaja desde casa.

Desde SKEPP te anunciamos que una de las palabras más escuchadas de este año va a ser: FLEXIBLIDAD. Esto no quiere decir que nos vaya a entrar una locura repentina por hacer estiramientos, sino que la forma de trabajo debe ser más adaptable a las circunstancias de cada uno.

Las compañías es previsible que opten más por el arredramiento en contraposición a la compra por las inseguridades del panorama económico; por ejemplo,  alquilar una oficina en Madrid. Esto es evidente, sin embargo, el modelo de trabajo conocido como coworking seguirá en crecimiento al igual que antes de la crisis vírica.

El coworking no sólo será la solución de las pequeñas empresas y autónomos, sino que las grandes corporaciones incorporarán los puestos flexibles en su organización. ¿Por qué? Da más movilidad a los trabajadores, se pueden cambiar de sitio libremente. Además, si la compañía cuenta con distintos centros se está empezando a dar la opción de rotar entre centros, o que las empresas alquilen un puesto de coworking en lugar que destinan sus empleados cuando éstos tienen que viajar por trabajo.

Otra de las ventajas del coworking es la flexibilidad en el contrato, debido a la facilidad de reducir o ampliar la flota a la vez de tener menos rigideces en la permanencia del contrato. De hecho, existen pases mensuales, semanales o incluso diarios.

Coworking de la Calle Princesa 5 en Madrid (Moncloa) Coworking de la Calle Princesa 5 en Madrid (Moncloa)

Coworking de la Calle Princesa 5 en Madrid (Moncloa)

El precio también es un factor por tener de cuenta, el coste del alquiler de un puesto fijo es inferior al arrendamiento de una oficina privada. Asimismo, la contratación de servicios es más accesible, porque normalmente a excepción del uso exclusivo de las salas de reuniones por parte de los coworkers, el precio del coworking ya incluye el acceso a los servicios o a la mayoría de ellos. Lo que hace más asumible a las empresas este tipo de modalidad.

En conclusión, las modalidades de trabajo están variando y es muy posible que veamos tanto un aumento del teletrabajo como un incremento en las comunidades de coworkers.