El lunes serán retiradas del culto las imágenes del Cristo de la Buena Muerte y de la Virgen de Desamparados (del Caído) para ser restauradas. El Crucificado será intervenido en una estancia de la parroquia de San Agustín por el gaditano José Miguel Sánchez Peña, que procederá fundamentalmente a labores de limpieza.

Por su parte, el sevillano Francisco Arquillo se encargará de restaurar a la Dolorosa del Caído, reparando el candelero y la peana y procurando devolver a la imagen de José Rivera su policromía original.

Buena Muerte expondrá al Crucificado en besapié al término de la misa del lunes, confiando en que la imagen regrese al culto en septiembre. Y en el Caído, la función a Desamparados de mañana servirá como despedida para una intervención que se prevé hasta el mes de octubre.