Francisco Pérez Abascal se encuentra desesperado. Es una de las numerosas historias que salen acerca de la lentitud en los trámites de la Ley de Dependencia. Pérez Abascal, que trabaja en Correos en El Puerto, tiene a su madre Manuela enferma. En el mes de mayo empezó a moverse para acogerse a la prestación económica para cuidados en el entorno familiar, ya que su esposa Yolanda es la que se encarga del cuidado de su madre.

La Junta de Andalucía dictamina, tal y como refleja en un informe firmado el 7 de septiembre de 2010, que la madre está afectada por una situación en Grado II Nivel 1 de dependencia severa, por lo que tiene derecho a la prestación económica y a otros servicios como la teleasistencia y la ayuda a domicilio entre otros.

Pero a partir de ahí todo se paraliza. Según Francisco Pérez Abascal, queda a la espera de la elaboración de un plan de asistencia individual que realiza una asistenta social del Ayuntamiento. Pero ahora tiene que llegar a la Junta de nuevo para que éste le dé el visto bueno y Pérez Abascal asegura que de momento no ha llegado. Su principal temor es que su madre pueda fallecer mientras dura todo el papeleo burocrático. De hecho, en la misma noche del miércoles tuvo que acudir a urgencias.