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Consejos vitales para el cuidado de nuestros mayores en verano

  • Siempre es agradable cuando comienza a llegar el buen tiempo, poco a poco los días se van alargando y salimos de casa más a menudo para disfrutar del sol. Claro que cuando llega el verano las temperaturas acaban subiendo más de la cuenta y debemos tomar ciertas precauciones sobre todo cuando se trata de nuestros mayores.

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En concreto cuando hablamos de personas con movilidad reducida que hacen su vida en una silla de ruedas y que deben prevenir la aparición de llagas y ampollas utilizando cojines antiescaras. Estos cojines están diseñados con distintos sistemas y su principal objetivo es repartir adecuadamente el peso evitando los puntos de presión estáticos.

La falta de movilidad favorece la aparición de llagas o escaras ya que la presión y el roce continuos va mellando la piel. Un problema que además puede acentuarse en los meses de más calor ya que la piel está más sensible y el aumento de la sudoración humedece y debilita aún más la dermis.

Por supuesto, además de un buen asiento hay que llevar a cabo otras medidas como extremar la higienización, utilizar cremas y aceites para proteger la piel de las zonas más afectadas y asegurarnos de que las personas mayores a nuestro cargo tengan una buena hidratación, así como evitar salir durante las horas más fuertes del sol.

Eligiendo el mejor cojín antiescaras para el calor

No cabe duda que lo mejor es acudir a un especialista médico, sobre todo en casos más severos, u ortopédico para encontrar la solución más adecuada para cada persona teniendo en cuenta su movilidad, su actividad diaria, su peso, etcétera.

En cualquier caso, a la hora de elegir el mejor cojín antiescaras para cada caso hemos de tener en cuenta fundamentalmente dos claves el posicionamiento y la transpirabilidad.

Por un lado, es importante que contribuya a la buena postura en la silla de la persona, permitiendo una adecuada colocación de la cadera, así como de la espalda. Además, deben favorecer los pequeños cambios de posición para ir variando ligeramente los puntos de presión reduciendo el riesgo de aparición de llagas y ampollas.

Por otro lado, especialmente durante la canícula, debemos prestar atención a los materiales con los que esté fabricado el cojín. Por supuesto deben ser tejidos transpirables que ayuden a evitar la acumulación de sudor y que dentro de lo posible sean capaces de disipar el calor.

Sistemas antiescaras más habituales

Lo cierto es que existe una amplia variedad de cojines antiescaras que se diferencian por las formas y los materiales elegidos. Sin embargo, podemos destacar dos tipos, aquellos que están hechos en material viscoelástico que tienen gran capacidad de adaptación anatómica y que en algunos casos tienen un gel para refrescar la zona.

Y aquellos formados por pequeñas celdas hinchables que forman una cámara de aire para evitar la aparición de escaras, especialmente indicado para situaciones de mayor riesgo.

En resumen, debemos proporcionar a nuestros mayores la mayor comodidad posible cuando suben los termómetros. En especial cuando tienen poca o ninguna movilidad, en cuyo caso es vital asegurarnos de que dispongan de cojines antiescaras que les proporcionen un asiento confortable y fresco.