Centenares de personas, puede que algunos miles, pasaron a lo largo de todo el día de ayer por la remozada parroquia de Santa Cruz para participar en el tradicional besapie de cada primer viernes de marzo a la imagen de Medinaceli, titular de la hermandad del mismo su nombre, que volvía a celebrarse en la Catedral Vieja una vez rehabilitada.

El primer viernes de marzo del pasado año la imagen de Jesús Cautivo y Rescatado, réplica de la de Madrid, que fue encargada por la familia Campe a Miguel Láinez Capote en 1938, estaba en la iglesia de San Francisco, a la que fue trasladada junto a la de la Virgen de la Trinidad, de Francisco Buiza (1967), que ayer estaba situada en la capilla de la primera, al coincidir la fecha con los cultos cuaresmales a ambos titulares, que terminan hoy.

Personas de todas las edades, tanto de la capital como de diversas localidades de Bahía y de la provincia, pasaron por Santa Cruz, lo que notaron especialmente en las calles del barrio del Pópulo, llegando en varias ocasiones a rodear el edificio la cola, que se iniciaba en el mismo Campo del Sur hasta llegar a la capilla de Medinaceli en el interior del templo.

La afluencia de público afectó también a las cofradías de Perdón y Sanidad, ante cuyos respectivos titulares también se detenían los que acudían atraídos por la singular devoción a Jesús Cautivo y Rescatado, ya que la de la Soledad seguirá en Santa María hasta el Viernes Santo.

Muchos de los devotos aprovecharon también la ocasión para comprobar la nueva imagen que presenta el interior de la parroquia, tras las obras que se han llevado a cabo en la misma y donde quedan aún trabajos por rematar.

A lo largo de la jornada se rezaron dos rosarios, también sendos vía-crucis y se celebraron cuatro misas.

Hoy, a las ocho de la tarde, la cofradía celebrará la función principal, que presidirá el marianista Javier Nicolay, cantando el coro de San Francisco.