La iglesia de La Palma amaneció en el día de ayer cerrada al culto. El mal estado de una cornisa interior, que rodea la única nave del templo, provocó que la hermandad tomara la decisión el martes, cerrando las puertas tras la misa de la tarde, que ya por motivos de seguridad se celebró ante las imágenes titulares de penitencia en lugar del altar mayor.

La cornisa situada justo encima de ese altar mayor ha motivado este cierre al culto del templo del barrio de La Viña. Esa zona del interior de la iglesia presenta desde hace tiempo un estado de deterioro que se ha ido agravando. Ya después de Semana Santa la hermandad comenzó a trabajar en este asunto, hasta que definitivamente el martes se decidió celebrar la misa en la capilla del Crucificado de la Misericordia y de la Virgen de las Penas, procediéndose al cierre tras esta eucaristía.

Lo más llamativo, además de sumar un nuevo problema en el estado de conservación de otro templo de la ciudad, es que La Palma fue rehabilitada -con fondos en su mayoría aportados por el Ayuntamiento- en los años 2006 y 2007, reabriendo sus puertas el 1 de septiembre de ese año. Por tanto, aquellas obras de restauración integral no han evitado que menos de ocho años después la iglesia vuelva a cerrar.

Ahora, la intención de la hermandad es reparar por la vía de urgencia esa cornisa, retirando todos los elementos en peligro de desprenderse y resanando todo el tramo afectado para asegurar su estabilidad. Para ello, en la misma noche del martes se procedió al desalojo de toda la iglesia, que quedó expedita de bancos y de otras piezas artísticas que fueron retiradas de culto (la Virgen de la Palma, por ejemplo, se resguardó en el despacho de Mayordomía), cubriendo otras (el Cristo, la Dolorosa, el San Juan o el San José, entre otras) con plásticos y paños para protegerlas de cara a los trabajos que se iban a realizar.

Y precisamente, mientras en la mañana de ayer los operarios iniciaban los preparativos para acometer esa actuación de urgencia se desprendió toda la cornisa, con el consiguiente susto entre los presentes, aunque no hubo que lamentar daño alguno.

Ahora, se está a la espera de saber cuánto tiempo durarán estos trabajos de resanado de la cornisa. Y una vez finalizados, se esperará a obtener el informe que asegure el buen estado del interior del templo y la seguridad de las personas que puedan estar en el interior, para acometer entonces la limpieza general del templo y la recolocación de todas las piezas, bancos y resto de elementos que fueron retirados el martes, para reabrir las puertas y recuperarse el culto lo antes posible -"pero siempre con el preceptivo informe técnico que avale la seguridad en el interior del templo", precisa el hermano mayor de la cofradía de La Palma, Francisco Javier Lucero-.

Precisamente, Lucero reconocía ayer el "susto" experimentado. "Piensas en todo lo que hemos tenido hasta hace nada, el Lunes Santo, el Domingo de Ramos, la Cuaresma, el besamano a la Virgen de las Penas... y te das cuenta de lo que podía haber pasado. Somos los responsables del templo, como propietarios, y todo lo que aquí pasa y lo que aquí se haga es responsabilidad de la hermandad. Y eso es muy serio", comentaba ayer el hermano mayor.