Cádiz

Ceballos dice que no se olvida de los parados ni de los inmigrantes

  • El obispo emérito celebra el lunes en la Catedral las bodas de plata de su ordenación episcopal

El obispo emérito Antonio Ceballos cumplió el pasado 25 de marzo los 25 años de su ordenación episcopal que, al coincidir con la Semana Santa, celebra el lunes en la Catedral, donde a las doce y media concelebrará una misa de acción de gracias con el obispo diocesano, Rafael Zornoza, otros prelados, sacerdotes y religiosos.

Monseñor Ceballos, que reside actualmente en la residencia de las Hermanitas de los Pobres de Jaén, afirma que conserva muchos recuerdos "inolvidables, inenarrables e indescriptibles" de esos 25 años de vida episcopal, y destaca que "por tantas gracias recibidas debo mantenerme en una actitud de amor y de humildad".

No olvida que fue el 28 de diciembre de 1987, Día de los Santos Inocentes, cuando estando en Madrid, con motivo de un encuentro de sacerdotes en Majadahonda, el nuncio le pidió que acudiera a la Nunciatura donde le comunicó que el Papa Juan Pablo II lo nombraba obispo de Ciudad Rodrigo (Salamanca), publicándose 20 días después el nombramiento y tomando posesión de aquella diócesis el 25 de marzo de 1988.

También cita que el 10 de diciembre de 1993 fue nombrado obispo de Cádiz y Ceuta, tomando posesión el 29 de enero de 1994.

Señala que el nombramiento fue otra sorpresa y que acudía a una diócesis con otras dimensiones en todos los sentidos, con dos bahías, puertos y frontera.

"Han sido casi 18 años, muy apasionantes, incluyendo la celebración del Sínodo Diocesano, "con momentos gozosos , como la Jornada Mundial de la Juventud, y dolorosos, como son la muerte de niños, jóvenes y adultos en la permanente riada de inmigrantes para cruzar el Estrecho y las grandes manifestaciones contra el paro".

Monseñor Ceballos añade que "las grandes espinas de la diócesis a las que he estado abrazado son el paro y los inmigrantes" y afirma que ahora, como obispo emérito, "rezo mucho por mis diocesanos de Cádiz y Ceuta y entono y canto mi pequeño Magníficat, contando ya con mis limitaciones y fragilidades, pero alegre y muy contento".

En cuanto al nuevo Papa Francisco monseñor Ceballos dice que "los cardenales, iluminados por el Espíritu Santo, han elegido a un pescador de hombres en un tiempo de grandes desafíos" y abunda al respecto afirmando que "han elegido a un nuevo Papa del agrado de Dios para esta Iglesia del siglo XXI, que hará mucho bien al episcopado del mundo entero" y cita su frase "Una Iglesia pobre al servicio de los pobres" "como un signo de esperanza para mucha gente".

El lunes, tras la concelebración eucarística, en el Seminario Diocesano tendrá lugar un almuerzo fraterno y de homenaje a monseñor Ceballos por sus bodas de plata episcopales.

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