Patrimonio

El estudio gaditano Carquero, Premio Arquitectura Simonettra Bastelli por el Castillo de Morera

Carlos Peinado y Carlos Quevedo durante la entrega del premio

Carlos Peinado y Carlos Quevedo durante la entrega del premio

La intervención en el Castillo de Morera en Castellón por parte del estudio gaditano Carquero Arquitectura vuelve a ser reconocida en unos premios que traspasan nuestras fronteras: el Premio de Arquitectura Simonettra Bastelli que recibieron en la Casa dell'Architettura de Roma, que acaba de celebrar su X edición. 

El proyecto de Consolidación y restauración de las Torres Sant Francesc y Pardala del Castillo de Morella se ha centrado en la consolidación de las fábricas existentes "sin reinterpretaciones" y respetando al máximo el estado originario de su fisionomía, principalmente en sus coronaciones, oquedades y superficies.

Una obra que recientemente también se hizo con el galardón Arquitectura Plus, en la modalidad de Arquitectura deportiva y cultural, al que se suman el Premio A+ al mejor proyecto de Arquitectura Cultural o Deportiva; el Premio de Arquitectura María Eugenia Candau del Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga 2022; el International Eduwik Architecture Excellence Award y ha  sido finalista del Premio Internazionale Domus Fassa Bortolo restauro e conservazione. Por otra parte, ha sido seleccionado para el International Architecture Award and Biennal Barbara Cappochin and Bienal y en los Premios de Arquitectura Española Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España.

El jurado de este último Premio de Arquitectura Simonettra Bastelli lo han integrado 27 miembros de distintas instituciones italianas, que en buena parte ha optado por la obra del estudio gaditano.

Castillo de Morella en Castellón Castillo de Morella en Castellón

Castillo de Morella en Castellón

La obra del castillo

El proyecto se ha dividido en varias partes. Por un lado, han intervenido en la muralla aspillerada, de unos 70 metros de longitud y unos 14 metros de altura en extramuros, para lo que han afrontado la consolidación estructural de la misma, al encontrarse en riesgo de derrumbe, así como la limpieza y restauración de la misma. Con este objetivo se han colocado cuatro contrafuertes, reforzando la cimentación mediante la recuperación de terreno exportado así como sellado y consolidación de grietas.

En intramuros de la fortaleza, se ha retirado un volumen importante de rellenos de periodo carlista que afectaba estructuralmente a la muralla, con la sorpresa del hallazgo de restos arqueológicos, que han sido depositados en el Museo del Castillo de Morella. En concreto se han localizado tres hornos de cal y han quedado vistos algunos tramos de la muralla que quedaban ocultos.

Por su parte en la Torre de Sant Francesc se ha recuperado el acceso a la misma mediante la ejecución de la cubierta en su adarve anexo, su peldañeado, y el recrecido del muro exterior semiderruido y su atirantado. Se han restaurado todas sus fábricas, incluidas las de la rampa de acceso a la misma y las de su edificio anexo.

Y, por último, en la zona de la Torre de la Pardala, se ha realizado el vaciado de todo el relleno hasta su cota original para poder impermeabilizar y sistematizar la recogida de aguas en todo su ámbito, ejecutando la cubierta perdida de la misma. Como nota curiosa, en la restauración de las fábricas exteriores han tenido lugar curiosos hallazgos como bolas de cañón incrustadas en la Torre, o una cañonera oculta.

En este mismo área, se ha realizado una puesta en valor de las letrinas al vuelo que quedaban desapercibidas, ejecutando una carpintería que permite acentuar y dejar visibles las ménsulas de este importante elemento histórico al ser el punto de entrada en 1838 de las tropas carlistas.

No es la primera vez que este estudio interviene en fortalezas defensivas, pues en 2016 concluyó la consolidación de la Torre de Matrera, que suscitó polémica pero obtuvo varias distinciones arquitectónicas.  

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