Cáritas ha llevado a cabo una organización y división de las distintas iniciativas que tiene abiertas para optimizar todas las donaciones y aportaciones de cara a la Campaña de Navidad.

En este sentido, la primera de las opciones es la de la donación en metálico para el proyecto de familias víctimas de la crisis económica. A través de este programa Cáritas trabaja con familias en situación de necesidad a las que se les hace también un acompañamiento educativo. Así, muchas de estas familias están participando en un proyecto que combina la ayuda económica con sesiones formativas y de apoyo. Con ello se consigue que con la ayuda económica "se dignifica a las personas y deciden sobre algo tan básico como el mantenimiento el hogar, comprando lo que necesitan y aprenden a administrarse. Asimismo se cubren otras necesidades básicas como los suministros de luz, agua y gas, el material escolar, etcétera. De este modo, para este programa tiene su propia cuenta bancaria.

La segunda opción es la de donación en metálico destinada al área de cooperación internacional. Dentro de esta hay tres programas y cada uno con su propia cuenta. Por un lado está el de 'Una sola familia humana. Alimentos para todos', promovida por el Papa Francisco que da apoyo nutricional en la región de Junín (Perú) y que lucha contra la desnutrición crónica.

El otro es el de apoyo a las familias víctimas del conflicto en Palestina/Gaza que se hace en colaboración con Cáritas Jerusalén.

El tercero es el llamado Regala productos de comercio justo por el que se puede visitar el centro Kuyapayana en la calle San Antonio Abad del barrio del Pópulo donde se pueden encontrar productos de artesanía y alimentación elaborados bajo los criterios del comercio justo.

La tercera de las opciones es la de la donación en especies. Cáritas explica que las campañas de recogidas de alimentos o juguetes se ajusten lo máximo posible a las necesidades de las familias que acompañan desde Cáritas, por lo que se pide que previamente se pongan en contacto con el equipo de esta organización y acuerden con ellos los productos a recoger, teniendo en cuenta que las Cáritas parroquiales funcionan con personas voluntarias y no disponen en muchos casos de furgonetas o medios para transportar las donaciones en especie.