Dos tableros de ajedrez desnudos de figuras sin contendientes es un jaque mate de la soledad. Unos cuantos metros a su izquierda aparecen dos trofeos, uno de pie y otro tirado en la arena que pueden ser retazos de una gloria pasada, muy lejos de la realidad que presenta hoy en día junto a un colchón raído por el paso del tiempo y las noches a la intemperie de La Caleta. Hay muy poco de poesía en la escena en los bajos del balneario de La Palma, un equipamiento que está catalogado como Bien de Interés Cultural.

Aproximadamente una decenas de personas viven en esta zona, una de las más privilegiadas de la ciudad y que a la vez sirve de techo para estos ciudadanos como refugio para no quedar al raso puro y duro.

Botas sin pies que las calcen, bolsas de plásticos esparcidas, un paquete de azúcar que no consigue endulzar la mirada y un par de hombres, la única vida que rompe con todo lo inerte, charlan en una esquina entre colchones y refugiados del agua que en ese mismo momento cae sobre toda la ciudad. Algunos están más preparados y tienen una tienda de campaña de la marca de una conocida gran superficie comercial dedicada al deporte en exclusiva. Y es que siempre ha habido clases y clases, hasta en la pobreza.

La presencia de estas personas ha originado también que se haya incrementado la suciedad, lo que había generado algunas molestias por usuarios de la playa y de esta zona, y más ahora que ya se ha comenzado con la pretemporada de uso de playas.

De este modo, el Ayuntamiento de Cádiz ha anunciado que desde hoy y hasta el jueves se va a llevar a cabo labores de limpieza en los bajos del balneario de La Palma. Según anuncia el equipo de Gobierno en un comunicado, estas se van a llevar de manera coordinada entre los operarios de las áreas de Medio Ambiente, Servicios Sociales y Policía Local.

De momento, durante la semana pasada se ha estado realizando una campaña informativa con las personas sin hogar que habitualmente duermen bajo el Balneario de La Caleta. De este modo, se les está informando tanto del inicio de las labores de limpieza como de la posibilidad de acudir al albergue municipal para disponer de una zona alternativa para pasar la noche.

Precisamente antes de los pasado carnavales se originó una polémica porque se les retiraron las pertenencias a los sin techo para proceder a una limpieza de la zona y posteriormente fueron eliminadas, lo que provocó las protestas de los propios afectados e, incluso, del equipo de Gobierno, que criticó el dispositivo, que justificó por inercias de políticas de 20 años.

Para esta ocasión se está cambiado el procedimiento para que los sin techo tengan tiempo de retirar las pertenencias que le hagan falta.

El Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento asegura que es necesaria efectuar esta limpieza de cara a la temporada veraniega "y dada la importancia que tiene para la ciudad garantizar que la playa luzca en las mejores condiciones para su uso y disfrute".