En Cádiz apenas queda suelo vacante. No descubrimos la pólvora. Llevamos años hablando del agotamiento del término municipal, que casi es el mismo del término urbano. Aquí sólo valen operaciones de microcirugía urbanística, tirando o rehabilitando o transformando suelo industrial en decadencia, como algún día pasará en el polígono exterior de la Zona Franca o en el muelle de contenedores Reina Sofía.

Si hay alguien con dudas de la veracidad de esta aseveración, ahí esta la Dirección General del Catastro que ha cuantificado el número de parcelas sin edificar en el conjunto de la provincia, dato que después sirve para fijar uno de los impuestos más populares, el IBI.

Según el catastro, el pasado mes de noviembre en la ciudad de Cádiz se contaba con 97 parcelas sin edificar, tres menos de las que se localizaron a principios de este año. Todas estas unidades suponen una superficie de 18,57 hectáreas, lo que afecta a apenas el 5,08% del término municipal de la capital.Estas cifras se alejan de forma más que considerable de las que aportan las principales localidades de la provincia.

Jerez, con uno de los términos más extensos de España, cuenta con 2.692 parcelas sin edificar, lo que supone el 31,35% de su superficie; Algeciras tiene 1.689 parcelas y el 33,55% del total; Chiclana se convierte en la ciudad con mayor número de parcelas sin uso: 3.343, aunque ello suponga apenas el 18,80% de su término, lo que se explica por una considera atomización de este suelo.

En San Fernando también se hace notar su limitado término urbano pues le quedan 419 parcelas (19,76% del término); El Puerto de Santa María aporta 1.702 solares (27,56%); Puerto Real, 456 (22,72%) y La Línea, 947 y 33,91% de su suelo libre.

Junto a la capital, hay cinco pueblos de la provincia donde el número de parcelas sin edificar baja del centenar: Algar (24), Villaluenga del Rosario (34), Castellar (43), Zahara (55) y Torre Alháquime (64).

Si la falta de suelo vacante dificulta, por no decir que impide, el crecimiento de población en las ciudades en esta situación, como pasa en la capital de la provincia, también explica esta situación la antigüedad del parque de viviendas: en las localidades con mayor dinamismo poblacional las construcciones son más recientes simplemente porque hay espacio para estas promociones. Hay que tener en cuenta que el estudio se centra en unidades catastrales, lo que supone que varias pueden estar integradas en una misma edificación.

Los datos que se aportan de Cádiz capital son especialmente elocuentes. Con un parque de construcciones de poco más de 78. 500 unidades, de las que 50.000 tienen uso residencial, 7.159 se levantaron antes de 1950, mientras que Jerez (con 126.000 unidades) apenas fueron 3.887.

La etapa más floreciente del desarrollo urbano en la capital se produjo en la década de los años 70, con 21.482 nuevas unidades, mientras que Jerez logró su récord en la primera década del actual siglo, con 38.507 unidades.

Tras el uso residencial, en la capital hay 22.485 unidades catastrales con la categoría de almacenes; 3.544 con uso comercial; 124, cultural; 75 de ocio; 735 de uso industrial; 53 deportivo; 1.010 oficinas ; 55 con uso religioso; medio centenar de edificios considerados como singulares (la mayor cifra de toda la provincia con diferencia) y 106 de uso sanitario y de beneficencia.