Mª Teresa Fernández Alles | Doctora en Economía y profesora titular de Marketing y Comunicación en la UCA

“Cádiz es una ciudad que está desaprovechada a nivel turístico”

  • Esta docente de la Universidad de Cádiz comenzó a analizar el sector turístico en la provincia hace 27 años

  • Ha colaborado con numerosas instituciones y empresas

María Teresa Fernández Alles, en su despacho de la Facultad de Económicas y Empresariales.

María Teresa Fernández Alles, en su despacho de la Facultad de Económicas y Empresariales. / Lourdes de Vicente

María Teresa Fernández Alles es doctora en Economía y profesora titular del Departamento de Marketing y Comunicación de la Universidad de Cádiz. Da clases en el Grado en Administración y Dirección de Empresas, en el Máster en Dirección Turística y en Máster en Dirección de Empresas de la UCA. Es experta en turismo, campo en el que ha colaborado con numerosas empresas e instituciones y conoce las debilidades y fortalezas del sector en la provincia desde hace más de 25 años.

–The New York Times eligió Cádiz como uno de los 52 destinos que visitar en 2019. ¿Se ha notado en la provincia el impacto de esa publicación?

–La difusión ha sido importantísima. Cuando se habla de Cádiz como destino turístico en The New York Times el impacto es muy alto, llega a muchísimos segmentos y, por tanto, tiene una gran repercusión. Salir en medios de comunicación siempre es positivo, pero no solo de papel, sino también en los digitales porque de esta forma accedemos a un público mucho más amplio.

Muchas personas leemos la prensa digital y, claro, que salga Cádiz en un medio de comunicación tan importante se ha notado en una afluencia mayor de turistas; pero no sólo se percibe en el número de visitantes o en el ascenso de las pernoctaciones, si no también en las calles, en los restaurantes, en los museos... Efectivamente Cádiz está de moda y no sólo en temporada alta, cada vez vienen más turistas a lo largo de todo el año.

–¿Se puede hablar entonces de que el sector ha conseguido acabar con la estacionalidad?

–La estacionalidad no se ha roto. Se está distribuyendo la demanda en otros momentos del año de manera más homogénea. Una de las modalidades que más ha contribuido es el turismo de cruceros, que sí está gastando en el comercio o en la restauración aunque no pernocten. Cuando los cruceros llegaron a Cádiz el 70% de los cruceristas se iba fuera porque no podemos olvidar que empezaron a hacer escala por la cercanía con Sevilla. En ese sentido Sevilla nos ha beneficiado porque los que querían desplazarse hasta la capital andaluza han llegado hasta aquí y muchos han decidido quedarse.

Ahora ese porcentaje, gracias al trabajo hecho desde las administraciones, se ha invertido: el 70% se queda en la provincia y el 30% se marcha, con lo que vemos que esa modalidad turística ha contribuido a desestacionalizar la demanda. Pero, evidentemente, de los más de cinco millones de turistas que recibió la provincia en 2019, más de dos millones se concentraron en el tercer trimestre del año.

"Cádiz está de moda, pero los propios gaditanos desconocen sus recursos patrimoniales”

–¿Qué ha cambiado en estos años para que ese porcentaje de cruceristas haya cambiado y el número de turistas no deje de crecer?

–Yo empecé a investigar en el tema turístico hace 27 años cuando hacía mi tesis y lo que observé cuando buscaba información entrevistando a los agentes turísticos es que no había conexión entre los empresarios y las administraciones. Hoy ese panorama se ha transformado: hay una gran conexión público-privada, se han creado asociaciones que trabajan mucho como la Asociación de Empresas Turísticas de Cádiz o el Clúster Turístico de Jerez, desde cada ayuntamiento se hacen esfuerzos por atraer otro tipo de turismo, el Patronato Provincial de Turismo, la Universidad de Cádiz... Todos han contribuido.

Es muy importante buscar un plan de marketing turístico que englobe a los 45 municipios gaditanos, aprovechar la sinergia porque todos se complementan, aportan y tienen relevancia. Lo que no ofrece uno lo tiene el otro. Todos los eslabones de la cadena tienen que estar unidos y trabajar juntos. Estamos buscando ganancias a corto plazo y el turismo es una inversión a largo plazo.

–Esa colaboración, ¿es real o cada municipio intenta tirar hacia sus propios intereses?

–Sí existe colaboración entre empresarios de distintas ciudades, ya sucede entre Cádiz y Jerez, por ejemplo. En este punto quiero señalar que soy partidaria de que anexemos el nombre de Cádiz al aeropuerto, porque si la provincia se está dando a conocer en medios internacionales es importante que el que quiera venir sepa qué enlaces hay para llegar y por eso es fundamental que aparezca el nombre de Cádiz.

Hay colaboración sobre todo gracias a la Diputación de Cádiz, aunque también es verdad que cada municipio quiere tirar hacia lo suyo, como es lógico. Pero hay interés colectivo en vendernos como provincia porque es ridículo que en un mercado tan competitivo compitamos entre nosotros.

–¿Qué ofrece Cádiz para que un turista se decida entre los innumerables destinos que existen?

–Los dos atractivos más importantes que tiene nuestra provincia para los turistas son el clima y las playas, que tienen una belleza única y son un producto diferenciado. Si bien, nuestra provincia cuenta, además, con un importante patrimonio en el que se engloban historia, cultura, gastronomía y un largo etcétera. Pero hay un problema importante: en Cádiz muchos de estos recursos son desconocidos para los propios gaditanos, quienes deben actuar como embajadores del destino.

María Teresa Fernández Alles. María Teresa Fernández Alles.

María Teresa Fernández Alles. / Lourdes de Vicente

–¿Está Cádiz entonces desaprovechada a nivel turístico?

–Sí, estamos desaprovechando los valores que tenemos. Si viajáramos fuera y viéramos un destino como el nuestro pensaríamos: “ojalá Cádiz tuviera todo esto”. Pero es que lo tenemos. Estamos cansados de decir que Cádiz es una de las ciudades más antiguas de Occidente pero no le sacamos partido.

Hay que hacer una apuesta fuerte y crear un plan de marketing turístico en el plano patrimonial. Países como Portugal o Reino Unido están apostando muy fuerte por el turismo de patrimonio militar y aquí tenemos dos ciudades que sobresalen en ese campo: Cádiz y San Fernando. El Observatorio de la Armada, el Panteón de Marinos Ilustres,el Museo Naval, el Instituto Hidrográfico, el Castillo de Puntales...

Desconocemos nuestro propio patrimonio, es algo muy habitual, pero tenemos que tener en cuenta que el turismo genera riqueza y empleo y darlo a conocer es fundamental para nuestra provincia. Por eso es importante que los días que vienen cruceros, aunque sean festivos, tengamos abiertos nuestros recursos turísticos y culturales.

–¿Y qué papel juega el comercio?

–Yo comprendo que el que está en un comercio se pasa muchas horas y no se le puede pedir más. Pero habría que estudiar la viabilidad de contratar más personal, porque el turista compra siempre, pero la realidad es que sólo lo hace el 10% de los empresarios. Es verdad que con respecto a los cruceristas hay zonas con más impacto como son la Plaza de las Flores, Compañía, Catedral, Pelota y Ayuntamiento, entonces si tú abres tu tienda en la calle Ancha y no entra nadie te desanimas. Por eso sería importante redireccionar a esos turistas, obligarlos a moverse por un flujo que los lleve a enclaves y zonas comerciales de todo el centro. Haría falta más información previa y cartelería que llame la atención para guiarlos a otros enclaves como la Santa Cueva o Gadir. Si les dejamos con buen sabor de boca querrán volver y nos recomendarán.

Cádiz Centro Comercial Abierto está haciendo una labor fundamental. Tenemos un gran competidor que son los centros comerciales cerrados y los parques comerciales. Desde esta asociación se ha trabajado para traer una oferta diversificada y grandes cadenas, con una oferta de calidad y de ocio muy importante, pero se encuentran con dos barreras: la falta de aparcamientos y su precio. Habría que hacer un esfuerzo para abaratarlos. También habría que concienciar a los propietarios de los locales comerciales para que los alquilen, porque tenerlos cerrados da muy mala imagen. La mayoría de locales son pequeños y tienen un precio desorbitado, tenemos que ser más ambiciosos y realistas a largo plazo.

Si tenemos un buen comercio tenemos un destino turístico más potente porque el turista quiere un destino que esté vivo y tenga atractivos y el comercio es uno de ellos.

"El alquiler turístico aún no es desorbitado, pero hay que encontrar un equilibrio con el residencial”

–¿Qué opinión tiene sobre la hostelería gaditana?

–Soy firme defensora del sector hostelero, es importantísimo y en Cádiz se ha hecho muchísimo: se han renovado los restaurantes, su oferta y su diseño... La gastronomía es un punto fuerte y se ha avanzado muchísimo. Es importante que al menos un empleado hable otros idiomas así como apostar por la accesibilidad.

El problema del trabajo en la hostelería es que no están bien remunerados. Si tan importante es el sector turístico, el que está en contacto directo con el cliente tiene que tener un sueldo acorde al servicio que presta, porque la motivación depende de tu sueldo. Si el trato al cliente es fundamental para conseguir buenas críticas, también debería serlo el trato al trabajador. El personal es clave para que un producto tenga éxito.

–Sobre el boom de los apartamentos turísticos, ¿se puede hablar de una oferta mayor a la demanda?

–Aún no podemos hablar de que los alquileres turísticos en Cádiz sean desorbitados, existe una demanda real de los pisos turísticos. Tenemos un segmento de mercado potente que quiere alojarse en esas viviendas y Cádiz ha sabido responder a la demanda. El alquiler turístico es compatible con un modelo de ciudad como el que queremos para Cádiz, pero tiene que haber un equilibrio entre las viviendas destinadas al alquiler turístico y las destinadas al alquiler residencial porque si no vamos a perder habitantes.

El turista viene porque quiere vivir como un gaditano, si al final encuentra una ciudad en la que se expulsa al ciudadano, la esencia de la ciudad se pierde y los turistas se irán. Es importante la sostenibilidad y el equilibrio, lo que no puede ser es que los residentes tengan que marcharse.

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