El colectivo del taxi secundó ayer en Cádiz y San Fernando las movilizaciones que se reparten por toda España para exigir una solución al conflicto abierto a causa de las licencias para VTC (vehículos de turismo con conductor) y la suspensión cautelar por parte del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña del Reglamento del Ayuntamiento de Barcelona, que restringía la actividad de las operadoras de Uber y Cabify.

Anoche, al cierre de esta información, las asociaciones convocantes seguían pendientes del desenlace de la reunión que mantenían los representantes del sector a nivel nacional con miembros del Ministerio de Fomento, con el fin de decidir si secundan la huelga a la que se llama en otras ciudades españolas como Sevilla. Rafael Reyes, presidente de Radio Taxi, la asociación mayoritaria en la capital gaditana, y vocal en la Federación Andaluza de Autónomos del Taxi (FAAT), confiaba en que se llegase a un acuerdo en Madrid.

A mediodía de ayer en Cádiz, unos 180 taxis, el 90% de la flota local, emprendía una marcha lenta de protesta desde la sede de Radio Taxi hasta la Plaza de España, a lo largo de toda la avenida principal de la ciudad. El acto, durante el que no dejó de sonar el claxon de los vehículos, se desarrolló sin incidencia alguna, salvo alguna retención que rápidamente solventaron los agentes de la Policía Local encargados de la regulación del tráfico en el transcurso de la marcha , convocada también por Teletaxi. Rafael Reyes agradeció su intervención.

Aunque las protestas se concentran especialmente en las grandes ciudades, el gremio quiso llevar a cabo un acto simbólico en La Isla para solidarizarse con sus compañeros y visibilizar también de cara a la ciudadanía los problemas que amenazan al futuro de este servicio en una localidad que cuenta con un total de 67 taxis, tal y como ha explicado a este periódico el presidente de la asociación Grupo Local del Taxi de San Fernando, Antonio de la Hoz.

A las 10.00 horas se concentraron en La Magdalena para para recorrer posteriormente la ciudad en una simbólica y sonora marcha de taxis que finalizó, tras recorrer los principales tramos de la calle Real, en la céntrica plaza del Rey. La flota de taxis estacionó al completo en este punto, donde permaneció alrededor de media hora para, posteriormente, regresar al servicio. En las paradas, durante las dos horas que aproximadamente duró la movilización, se mantuvieron servicios mínimos.

La marcha y la posterior concentración se ha llevado a cabo con absoluta normalidad y sin incidente alguno. La tranquilidad fue la pauta más característica de esta mañana de verano.

Se trata de la segunda protesta de este tipo que se lleva a cabo en La Isla, donde el colectivo -en 2014- impulsó una marcha similar para protestar por el cierre del Centro de Formación de Tropa del acuartelamiento de Camposoto que en aquellos momentos sopesaba el Ejército y cuya incidencia en el gremio del taxi se temía especialmente.

Desde Podemos-Cádiz apoyaron "las movilizaciones y las reivindicaciones de los trabajadoresy trabajadoras del taxi frente a multinacionales como Uber o Cabify, que se llevan sus beneficios a paraísos fiscales y que los explotan ", dijo su coordinadora, Laura Mignorance. "Ahora no están instaladas en Cádiz pero somos concientes de que pueden desembarcar. Por eso hemos pedido una reunión con el sector para ver cómo podemos luchar por el servico público del taxi, por el empleo digno, de calidad y que el beneficio que genera se quede en nuestra tierra y contribuya a su desarrollo económico", añadió. "Apoyamos la reivindicación de Ada Colau de que los municipios controlen la concesión de licencias a esas VTC, que es una reivindicación de los trabajadores", concluyó.