El presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, Rafael Barra, declaró ayer a este medio que lamenta la decisión tomada por parte de Iberocruceros de no mantener al Grand Voyager en su ruta atlántica para 2012 aunque expresó su confianza en que la compañía "encuentre un buque más adecuado para el Atlántico".

A su vez, Barra resalta que esta lamentable decisión no esquilma las aspiraciones que mantiene Cádiz de convertirse en puerto base de cruceros en un futuro cercano.

En cuanto a los motivos que han llevado a Iberocruceros a no incluir Cádiz entre sus puntos de embarque para 2012, el presidente de la APBC descarta que éstos estén relacionados ni con "el atractivo de Cádiz como destino de cruceros ni con las condiciones técnicas del puerto". Tanto es así que es justo reconocer que el puerto de Cádiz se ha mostrado siempre abierto y muy receptivo ante las reivindicaciones impuestas desde Iberocruceros para que Cádiz se convirtiera en uno de sus puertos base parcial, como viene ocurriendo desde hace dos años.

De hecho, días después de conocerse la intención de Iberocruceros de lanzar su ruta atlántica con atraque y embarque en Cádiz, el puerto se apresuró a reunirse con sus técnicos de manera urgente para intentar adaptar todo lo que fuera necesario para el rápido, seguro y cómodo alojo y desalojo de un crucero de las características del Grand Voyager.

En este aspecto, Barra decía ayer sentirse con la conciencia muy tranquila de que el puerto ha cumplido "su parte", en lo referido al acondicionamiento técnico y de servicios tanto materiales como humanos que requiere un puerto de embarque y desembarque de cruceros. La permanencia de la ruta y del barco a lo largo de dos temporadas ha sido muestra más que suficiente de que "el destino ha resultado lo suficientemente atractivo como para mantener la línea durante dos años".

A pesar de que Iberocruceros ha expresado ya su intención de no sustituir, de momento, al Grand Voyager en la ruta con Lisboa, Vigo y Marruecos, el presidente Barra le lanza desde este medio a Iberocruceros el mejor de sus deseos de que "la compañía encuentre un buque más adecuado para el Atlántico", ya que considera que "el condicionante para llevar al Grand Voyager a otras aguas han sido exclusivamente las condiciones técnicas del barco"