El Ayuntamiento ha vendido ya ceca de un millar de viviendas que formaban parte de su parque municipal, que ha llegado a superar los tres mil pisos, una de las cifras más altas de la capitales de todo el país atendiendo a la población de la ciudad.

Este año se cumplen veinte años desde que en junio de 1993 el entonces gobierno del socialista Carlos Díaz puso en marcha el proceso de venta de una parte de su parque municipal, aunque habría que esperar a 1994 para que se cerrarse la primera de las operaciones, en la promoción existente en el Campillo de los Coches, en el Mentidero, estando el resto de las actuaciones en manos del gobierno del PP.

Desde entonces se ha cerrado la venta de 917 viviendas, con una media de 48 años. La gran mayoría, todas con renta antigua por lo que pagaban mensualidades muy reducidas, forman parte de promociones públicas que se levantaron tras la explosión de 1947 e incluso alguna anterior. Actualmente se está en proceso de venta los pisos de los grupos de Santo Tomás, ubicados en la zona de la Segunda Aguada, y en la barriada de Lebón, donde ya se han enajenado 80 viviendas en tres edificios. También hay pisos municipales en plena avenida, en la zona de San José, donde ya se han vendido el 50% de estas viviendas. Según el Ayuntamiento aún quedan otros mil pisos de renta libre que podrían entrar dentro de esta operación.

En todas las promociones donde se actúa la empresa municipal Procasa ha realizado previamente obras de mejora. Ciertamente, el Ayuntamiento invierte cada año una cantidad millonaria en labores de mantenimiento de su patrimonio.

En todos los casos han sido los antiguos inquilinos los que han solicitado a Procasa la compra de sus casas. Aunque el precio oscila según la ubicación, la superficie de la vivienda (que en algunos casos llega a superar los 120 metros cuadrados) y la fecha de construcción de la misma, el Ayuntamiento siempre ha fijado un valor de venta muy por debajo del coste del mercado, y más en una ciudad como la de Cádiz que lidera el precio del metro cuadrado entre las capitales andaluzas.

Así, el coste medio ronda los 14.000 euros, cantidad con la que hoy no se puede comprar en Cádiz ni una plaza de aparcamiento ya que los pisos de segunda mano del mercado libre, a pesar de la crisis, aún están por encima de los 150.000 euros.

El proceso de venta resulta, en todo caso, muy complicado en la mayor parte de los casos como destaca el propio concejal de Vivienda, Pablo Román. "Este proceso es lento porque la compra es una decisión voluntaria. Estos vecinos de renta antigua tienen la oportunidad de adquirir un bien, que podrán transmitir a sus hijos, teniendo en cuenta que la Ley de Arrendamiento imposibilita la subrogación".

Desde el Ayuntamiento se destaca que "en caso de fallecimiento de los titulares entran en juego las normas de subrogación que son muy estrictas. Para evitar problemas se aconseja a los inquilinos que acuerden con sus descendientes que adquieran las viviendas, y ellos se quedan con el usufructo. De esta manera le pueden dejar a sus hijos esta vivienda".

Evidencia Román que "es una oportunidad para los inquilinos acogerse a esta posibilidad de la compra de vivienda municipal, y para este equipo de Gobierno se trata además de una política social a la que pueden acogerse los mayores que viven en viviendas municipales".

En este sentido, en una parte del parque de viviendas que aún sigue en manos del Ayuntamiento de Cádiz todavía se mantienen rentas de claro carácter social, con costes mensuales que oscilan entre los 16 y los 30 euros (el alquiler medio en la ciudad de pisos privados está entre los 400 y los 800 euros mensuales).