El Ayuntamiento de Cádiz ha iniciado una ronda de negociaciones con varias entidades financieras con el objetivo de lograr un crédito de 43 millones de euros que le permitiría obtener liquidez para hacer frente al pago de proveedores y poner en marcha algunas iniciativas sociales que figuraban entre sus promesas electorales y que en estos momentos se encuentran con el freno de la falta de dinero para llevarlas a cabo. No sería un crédito a largo plazo, sino una operación de tesorería que le obligaría a devolver el dinero en un año a un bajo interés, a cambio, eso sí, de aumentar el endeudamiento de un Consistorio asfixiado por una deuda heredada de más de 275 millones de euros, de los que 60 son a proveedores. La situación se complicará en enero, cuando el Ayuntamiento también tendrá que empezar a devolver los créditos ICO que solicitó en su día para pagar a los proveedores. Y todo esto sin olvidar el pago de otros créditos, como el que le fue concedido por varias entidades financieras por un importe cercano a los 38 millones de euros para pagar la obra de la Tribuna del nuevo estadio. De ellos, 26,6 millones estuvieron destinados a la ejecución de estos trabajos y el resto, tal y como informó en su día el anterior equipo de Gobierno, fueron para otras inversiones municipales.

El nuevo equipo de Gobierno ha denunciado desde que llegó a la Alcaldía que la situación que se ha encontrado "es crítica" y la sombra de una posible intervención por parte del Estado planea sobre San Juan de Dios. Esto es lo que se quiere evitar a toda costa porque supondría perder los casi 6 millones de euros que recauda mensualmente de la Participación en los Ingresos del Estado (PIE).

En este próximo mes de octubre el Consistorio recibirá un soplo de aire en forma de recaudación del segundo pago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y cuyo padrón completo asciende a 18 millones de euros.

Según ha podido saber este medio, en estos momentos el Ayuntamiento de Cádiz ha ido pagando a los proveedores hasta noviembre de 2014, pero las deudas de este último año aún quedan pendientes. La Ley contempla que los proveedores puedan pedir su dinero a Hacienda y que esta lo reste a lo que debe entregar al Ayuntamiento como pago por la PIE, algo que también sería terrible para las arcas municipales. No obstante, la mayoría de los proveedores prefieren esperar a cobrar del Ayuntamiento, entre otras cosas porque así también logran que aumenten los intereses de demora.

El pasado 12 de septiembre se aprobó un Real Decreto que en su artículo 11 permite a los ayuntamientos en situación límite pedir una ayuda suplementaria al Estado, pero en el listado de ciudades más endeudadas no figura Cádiz, por lo que este salvavidas también se aleja para los nuevos gestores de la capital gaditana.

Hasta el momento, y después de diferentes reuniones con bancos, la respuesta ha sido la misma: estudiaremos la propuesta. Sin embargo, el plazo que le dieron a algunas entidades financieras ya ha acabado sin que haya llegado una respuesta afirmativa que permita poner en marcha esa operación de tesorería.

Encontrar dinero para que una ciudad como Cádiz, con un término municipal muy reducido y que no tiene grandes fuentes de ingresos salvo el IBI, es complicado. Y eso que el Gobierno le dio un empujón con el reconocimiento de su singularidad geográfica, que le reporta un tratamiento fiscal más beneficioso y obtener una sobre ayuda cercana al 20% en los ingresos de la PIE. Esta condición se mantendrá siempre que Cádiz mantenga una población superior a los 100.000 habitantes.

La lucha de los dirigentes de Por Cádiz Sí Se Puede por encontrar dinero que les permita poner en marcha sus planes es titánica. Además, sin olvidar que no quieren de ninguna manera descuidar sus obligaciones con los trabajadores municipales. De hecho, la nómina de diciembre, sin incluir los seguros sociales, asciende a más de 4,5 millones de euros.

Entre otros gastos cuantiosos, el Ayuntamiento tiene que hacer frente cada mes al pago de los servicios de limpieza, que se llevan 1,5 millones de euros. En este dinero va incluido todo el mantenimiento referente a medio ambiente de la ciudad.

Si finalmente ninguna entidad financiera está dispuesta a facilitar esos 43 millones que ha solicitado el Ayuntamiento para coger impulso en su gestión, los próximos meses van a resultar muy duros.

Este diario ha estado hablando de esta operación con fuentes municipales, que han contestado con un escueto "ni confirmamos ni desmentimos" estas reuniones con bancos que, por otra parte, sí que han sido contrastadas debidamente antes de hacerse públicas.

Hay que recordar que el fuerte endeudamiento del Ayuntamiento se ha triplicado en los últimos cinco años, pasando de los 100 millones de euros que tenía en 2010 a los casi 300 que tiene en 2015.

Y mientras, los técnicos municipales siguen haciendo malabares para que todo siga funcionando en una legislatura en la que, para colmo de males, el equipo de Gobierno no tiene la mayoría.