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Cádiz

Atracan al empleado de un 'súper' para robarle la recaudación

  • Dos individuos le esperaban cuando se dirigía a un banco para ingresar el dinero · Huyeron por las azoteas tras refugiarse en una antigua panadería de la calle Torre

Dos individuos atracaron en la mañana de ayer a un empleado del supermercado 'Supercerka' de la calle Enrique de las Marinas, a pocos metros del establecimiento y cuando se dirigía a la sucursal de Unicaja de la plaza de San Antonio para ingresar la recaudación del viernes y el sábado. Los atracadores le esperaban en la calle Obispo Cerero, donde le asaltaron para hacerse con la recaudación del sábado, cerca de 6.000 euros, después de un forcejeo que provocó en la víctima una herida de arma blanca en la mano. El empleado, J.V., de 52 años de edad y reponedor de este negocio, se resistió suscitando la alarma de vecinos y viandantes, lo que provocó que los asaltantes no huyeran como estaba previsto. Tenían una moto preparada para darse a la fuga que no pudieron arrancar. Por eso, los atracadores huyeron a pie. El reponedor de 'Supercerka' regresó al establecimiento sangrando y sus compañeros dieron aviso a la Policía y al 061. Ayer mismo fue operado de la herida en la mano que le afectó a un tendón. Horas después seguía habiendo restos de sangre en el escalón del número 1 de Obispo Cerero, una pequeña calle entre Enrique de las Marinas y la plaza de San Antonio. 

 

Rafael Vázquez, el encargado del 'Supercerka', visiblemente nervioso mucho después del suceso, relató que "se han echado encima y le han quitado el sobre con el dinero. Le han dañado la mano, la cara y el brazo. Creo que ha sido un desgarro de tirar cada uno de la bolsa. Era para verlo, ahí tirado con la sangre. No me he repuesto del susto". Vázquez afirmó que los autores del asalto "sabían perfectamente lo que hacemos cada mañana, todos los movimientos. Nos habían vigilado. Salieron corriendo porque la Policía estaba cerca y además al resistirse el compañero, eso alertó a gente". El encargado añadió que el botín de los atracadores "podía haber sido mayor porque no lograron llevarse la venta del viernes. Cada lunes, como el sábado no abre el banco, ingresamos la recaudación del viernes y el sábado. Por eso sabían del manejo nuestro".  

 

Mientras, la segunda parte de la historia acaecía en la calle Torre. Hacia allí se habían dirigido a pie los atracadores. Vecinos de la zona les vieron venir, delante el más corpulento con una cazadora beige, casco integral de moto, con bufanda por dentro y guantes. "Lo vi haciendo gestos al de atrás, que parecía cojear, para que se apresurara. Me extrañaba que con este calor viniera así vestido", explicó un comerciante de la zona que, tras seguir con su tarea en el interior del establecimiento, señaló que oyó "un fuerte golpe como de cerrarse una puerta". Los atracadores se habían refugiado en la antigua panadería La Torre, en el número 33 de la calle, cerrada desde hace unos años, y entraron curiosamente sin forzar la puerta, quizás con llave, de ahí que la Policía sospeche de alguien allegado a un inmueble del que muchos vecinos comentaban que sobre todo por las tardes "se produce movimiento de gente que entra y sale".   

 

En el exterior se encontraban agentes de la Policía Local y la Nacional, que estuvieron inspeccionando el local. Todo parece indicar que los atracadores conocían el interior del edificio, puesto que arrancaron una reja que daba a un patio por el que lograron huir saltando por las azoteas de las fincas colindantes. Además, resultaba sintomático que el plan 'B' de la huida llevara a los atracadores 'a tiro hecho' a la antigua panadería a pesar de estar alejada del lugar del atraco. La Policía Científica también se dio cita para tomar huellas a lo largo y ancho del inmueble.  

 

Entre los vecinos corrían varias versiones. Incluso uno aseguraba haber escuchado "pisadas de gente corriendo en la azotea". Los autores del atraco consiguieron alcanzar la calle, bien por Virgili, bien por Sacramento. Al cierre de esta edición, la Policía Nacional tenía identificados a los autores del robo, aunque no habían sido apresados. 

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