Un lujoso bloque de viviendas en plena Zona Franca. A priori, la apuesta era cuanto menos arriesgada; pero ahora se presenta como la primera piedra del futuro de esta zona de la ciudad. La promotora Nunadrola ha comenzado ya las obras para la construcción de una torre de diez plantas, Torre de Arenas, que se levantará en la rotonda dedicada a los concejales Ascensión García Ortiz y Alberto Jiménez Becerril y que da acceso al polígono exterior.

Después de presentar el proyecto y anunciar su realización, la empresa obtuvo el pasado mes de marzo la licencia del Ayuntamiento para ejecutar estas obras de construcción; y en estos días han comenzado ya los trabajos, que en una primera fase se centran en el suelo sobre el que luego se construirá este edificio que albergará una treintena de viviendas, además de otras zonas comunes, locales comerciales y plazas de garaje. Reconocen desde Nunadrola que la intención era haber comenzado antes con las obras, pero los distintos plazos administrativos que requieren un proyecto de esta envergadura han alargado ligeramente los plazos hasta la fecha actual en que se ha podido comenzar la actuación.

La previsión es que el plazo de obras sea de 22 meses (hasta marzo del año 2019)

Por delante restan ahora 22 meses, hasta marzo de 2019, para que finalice la construcción del edificio y, a partir de entonces, lleguen los primeros vecinos a la calle Gibraltar. Muchos son -según la empresa promotora- los que ya han reservado su vivienda en este edificio. "Está casi todo vendido", aseguran desde la empresa Nunadrola. De hecho, no deja de sorprender que la respuesta de los clientes a este proyecto en la antesala de Zona Franca "fue rapidísima", logrando un alto nivel de ocupación en apenas varias semanas desde que comenzaron a ofertar estos pisos. Y los últimos que aún quedan pendientes de ocupar, se confía desde la empresa que se cierren ahora que ya es visible desde el exterior el inicio de las obras y la maquinaria entra y sale de ese solar.

En total son treinta viviendas las que se habilitarán en esta Torre de Arenas, todas con diseño exclusivo; 28 de ellas son de 3 y 4 dormitorios; y las dos restantes corresponden a los áticos, de más de 100 metros cuadrados de superficie y que se construirán a medida del comprador. Además de esto, el edificio contará con una piscina en altura y con un gimnasio, que forman parte de esas zonas comunes diseñadas, a las que se une una pequeña plaza pública que se habilitará en una de las caras de la torre. En el subsuelo del inmueble se distribuirán 36 plazas de garaje que también se ofertan entre los residentes de ese complejo.

Pero más allá de las calidades y los servicios diseñados para Torre de Arenas, la relevancia de este proyecto es que supone la primera de las actuaciones en la reordenación del polígono exterior que ya está en marcha. Y curiosamente, se trata de un proyecto no vinculado a la actividad industrial, ni siquiera comercial; sino que se destina a viviendas. Esto plantea el interrogante de si el futuro de parte de este polígono exterior, habida cuenta de las dificultades que hasta el momento está teniendo el desarrollo del proyecto presentado en su día por el Ayuntamiento y el propio Consorcio de la Zona Franca, puede pasar por la actividad residencial, de lo que en buena medida puede depender de cómo esta Torre de Arenas se adapte a la ciudad, y viceversa. Desde la promotora, por su parte, se valora del proyecto la facilidad de comunicaciones y conexiones de la ciudad con el exterior o la cercanía a la playa sin estar en primera línea del Paseo Marítimo.

Además, el edificio que ha comenzado a construirse supone el primero de los hitos que a lo largo de la avenida Juan Carlos I planteó el gobierno municipal del PP hace años; junto a esta torre, se encuadraría también la prevista en la zona de las Casitas Bajas o junto a La Martona.