Cádiz

El Armador francés

  • El antiguo Casino Militar, en la calle Ancha, recibe ya a los huéspedes que se alojan en los nueve apartamentos turísticos habilitados en el edificio.

Lo de la familia Le Blanc y Cádiz fue un flechazo. Un amor a primera vista. Jaques Le Blanc visitó junto a su mujer Gail la ciudad en el año 2012 de forma casi fortuita, aprovechando una estancia en Sevilla por motivos de trabajo. Nunca habían oído hablar de Cádiz, pero quedaron maravillados. Tanto, que la pareja se decidió a acometer un proyecto hotelero en la ciudad. Durante su estancia en Cádiz, los Le Blanc conocieron a Salvador Jiménez, propietario de los apartamentos turísticos Casa Palacio, en la calle Ancha. Allí es donde estuvo alojado el matrimonio francés, al que un día la grúa se llevó su coche. Entonces pidieron a Salvador que los llevara a recuperarlo, siendo en ese trayecto donde los Le Blanc y Salvador empezaron a conocerse y a vislumbrar ese sueño hotelero que el francés se empeñó en hacer realidad.

Tres años y pico después, y varias fincas y posibilidades descartadas, los apartamentos turísticos El Armador ya reciben a diario a sus huéspedes en la calle Ancha, devolviendo a la vida la finca del antiguo Casino Militar. Atrás queda un sinuoso proceso que ha dado como resultado una espectacular rehabilitación del edificio, donde se ha complementado a la perfección la conservación de los elementos destacados de la finca con la modernización de los sistemas y servicios que requieren el nuevo uso hotelero.

Nueve apartamentos turísticos son los que ofrece desde hace unos días El Armador, con capacidad para dos o tres personas, o para cuatro y cinco, según el apartamento. En ellos se aprecia a la perfección esa conjunción de conservación de edificio y de implantación de las adaptaciones y comodidades propias del nuevo uso. Así, buena parte del suelo conserva el mármol original y en los techos se aprecia también las vigas de madera del histórico edificio, resaltadas aún más con la solución decorativa que han ideado.

Lo mismo ocurre con las zonas comunes de la casa, donde se aprecia el mármol original, se ha conservado el pozo que presidía el patio, la escalera o las columnas que se repartían en cada planta. Y al mismo tiempo, se han habilitado las paredes cortafuegos que exige la normativa, se ha renovado toda la carpintería de puertas, ventanas y cierros o se ha instalado una nueva montera que deja entrar plenamente la luz de Cádiz.

Los propios Le Blanc se han encargado del diseño del antiguo Casino Militar. El hijo del matrimonio, Geoffrey -que al empezar las obras de rehabilitación se vino a Cádiz a cuidar del negocio-, trabajó en su tiempo de interiorista y en varios estudios de Arquitectura, por lo que se ha encargado junto a su madre Gail de decorar habitaciones y zonas comunes. La madre ha pintado varios cuadros que cuelgan en las paredes "y el resto se han comprado en tiendas de decoración de Cádiz y de Sevilla", añade Geoffrey. Además, de Francia trajeron algunos muebles "de mi abuela", como la recepción, un aparador que hay en el patio o algunos sillones que se ven en los pasillos. "Hemos intentado conseguir un alojamiento de calidad y alto nivel en el casco histórico, y creo que lo hemos conseguido. Hemos superado, de hecho, las expectativas", comenta Geoffrey Le Blanc sobre el trabajo realizado en esta finca de la calle Ancha.

Para rematar el edificio, los propietarios de El Armador han ideado un jardín vertical de grandes dimensiones que cubre toda una pared, prácticamente desde el patio hasta la azotea. "Creemos que da más color, vida y un ambiente bastante único", dice Geoffrey Le Blanc sobre el que posiblemente sea el primer jardín vertical en un lugar público en Cádiz.

En Ancha están ahora a la espera de abrir en próximas fechas el bar de tapas y copas en la planta baja que rematará este sueño del armador francés Jacques Le Blanc y su familia empezaron a idear en 2012 y que hoy es una feliz realidad en la calle Ancha.

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