La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Cádiz ha acordado el sobreseimiento de la causa abierta a cuatro agentes de la Policía Nacional que estaban siendo investigados por la muerte de un hombre durante su detención en el barrio de Santa María en 2014, según las fuentes consultadas.

La juez ha ordenado archivar este procedimiento, pues no aprecia que las actuaciones policiales fueran constitutivas de delito. Es más, la magistrada considera que no hubo excesos en la intervención y que la forma de proceder de los agentes durante el arresto de la víctima fue, no sólo proporcionada, sino en legítima defensa.

La magistrada muestra su conformidad así con la petición del Ministerio Fiscal, que hace poco más de una semana solicitó el sobreseimiento del caso alegando, precisamente, los mismos argumentos esgrimidos por la juez de Instrucción 1 y por los propios abogados de los funcionarios: la legítima defensa, la proporcionalidad de la actuación policial y el empleo de medios reglamentarios en la misma.

Durante el transcurso de la investigación, pasaron por sede judicial los cuatro agentes imputados. Todos ellos ofrecieron idéntica versión de lo ocurrido: "Fue una cuestión de vida o muerte". Los funcionarios declararon que la víctima, Juan Antonio Martínez, apareció con un destornillador en la mano y se abalanzó sobre uno de ellos, manteniendo siempre una actitud desafiante y violenta.

Manifestaron igualmente que entre los cuatro agentes no podían con él, por lo que se vieron obligados a reducirlo empleando la fuerza y las gomas reglamentarais. Los policías explicaron en su declaración que fue durante la maniobra de reducción cuando el supuesto agresor dejó de respirar y falleció.

En ningún momento los policías reconocieron haber golpeado al detenido en la cabeza. Sin embargo, el informe de la autopsia especifica que la muerte de Juan Antonio Martínez fue "un mecanismo funcional que tiene su origen en un trauma craneoencefálico cerrado", esto es, un golpe en la cabeza. El dictamen forense contabiliza además 32 lesiones repartidas por todo el cuerpo, cuatro de ellas de nuevo en la cabeza.

Tras conocer la autopsia, la familia del fallecido, que reside en Albacete, decidió iniciar acciones legales contra los cuatro policías nacionales que participaron en la detención.

El día de los hechos, el Sábado de Gloria de la Semana Santa de 2014, la víctima, de 50 años de edad y natural de Albacete, sufrió un brote psicótico causado por un trastorno bipolar que arrastraba. Hacía tiempo que había dejado de tomar la medicación y, según se desprende del examen toxicológico de sus cabellos, había consumido bastante hachís, pero no otro tipo de sustancias: ni alcohol en ingestas excesivas ni nada de cocaína.

El sobreseimiento de la causa que ha dictaminado la magistrada titular del Juzgado de Instrucción 1 podrá ser recurrido por las partes personadas en el procedimiento.