La dirección de la Zona Franca está analizando junto a la Abogacía del Estado la posibilidad de realizar una oferta pública de comercialización de carácter internacional, y a través de una empresa consultora, para sacar al mercado los 150.000 metros cuadrados de suelo de la antigua Altadis.

Desde que el Consorcio adquirió el terreno de la tabaquera, en 2015 y tras pagar 37,5 millones de euros, la búsqueda de empresas para ocupar estas instalaciones ha sido un auténtico calvario, desde firmas que se instalaron pero apenas duraron o otras que lanzaron ofertas millonarios que se quedaron en el aire.

Junto a ello, la Zona Franca aprobó en 2019 una inversión de 23 millones de euros para acondicionar todo este terreno, de cara a facilitar la comercialización.

Es decir, una inversión muy elevada a la que es necesario sacar partido con rapidez, además de la relevancia que para la economía de la ciudad, y el propio desarrollo del entorno, significaría tener a una gran empresa en este suelo

Para ello, ahora se quiere dar un paso con mayor relevancia. "Queremos ser más ambiciosos y aspirar a que pueda venir una única empresa que ocupe todo este terreno", afirma a este diario Fran González, delegado del Gobierno en la Zona Franca.

Desde hace un año el objetivo del Consorcio es "reforzar nuestra seña de identidad que está vinculada al comercio exterior, abandonando el carácter inmobiliario. Un ejemplo ha sido la ampliación de las instalaciones de Petaca o la operación de Janer en San Fernando".

Lo cierto es que la Zona Franca va completando la ocupación del escaso suelo vacante en el recinto fiscal, al que va añadiendo pequeños solares mientras que renueva varias de las naves, como la 23 y 24.

Junto a ello está ejecutando o tiene planificadas importantes obras de mejora de los espacios comunes y de la modernización de los servicios, que no deja de ser otro modo de atracción a nuevos inversores. En este sentido, en colaboración con el Ayuntamiento de Cádiz se desarrolla un programa piloto, con una inversión de 170.000 euros, para la instalación de placas fotovoltáicas, que se inicia en el edificio Atlas pero que se extenderá por todas las cubiertas del recinto.

Todo ello se complementa con la renovación de diversas infraestructuras, como la hidráulica y la eléctrica, instalando igualmente el nuevo sistema de vigilancia y apostando por las nuevas tecnologías, algo que se está promoviendo desde el Plan de Resiliencia impulsado por la UE para salir de la crisis económica provocada por la pandemia.