Con la llegada del año nuevo son muchas la personas que aprovechan para hacer de ellos mismos unas personas nuevas. Muchos se llenan de buenos propósitos; otros dejan antiguos y nocivos hábitos. Sea como sea, el afrontar el comienzo de un nuevo mes de enero siempre crea cierto interés por cambiar de vida. “Año nuevo, vida nueva”, que dice el refrán.

El ejemplo más claro de esto lo encontramos en la dura lucha que tienen algunos con la báscula. Las vacaciones de Navidad llegan a su fin, y con ello llega también el fin a jornadas de atracones y comilonas que hacen engordar unos kilos de más. El día 24, 25 y 31 de diciembre, son, por antonomasia, tres fechas en las que cada año los españoles nos sentamos en la mesa para darnos un particular festín; a lo que se une luego el Año Nuevo, la fiesta de Reyes y todas las comidas, cenas y encuentros de trabajo, familia y amistades. Todo eso toca ahora a su fin, y la idea de perder el peso que se haya cogido en Navidad comienza a merodear las cabezas de quiénes se han pasado estos días.

“Durante las navidades venía algún cliente, esporádicamente. Pero cuando viene la mayoría de gente es después del día de Reyes”, comenta al respecto Rosa Romero, encargada de la tienda Naturhouse situada en la Plaza Bécquer. Rosa cuenta que durante las vacaciones de Navidad se suele comer bastante y de forma poco equilibrada, y eso lo ve en cada cliente cuando al volver de las fiestas, analiza si ha cumplido o no con las diferentes dietas y menús que les planea. “Algunos llegan después de Navidad habiéndolo cumplido, y otros no”, aclara.

Es después de las vacaciones cuando esta dietista prepara la mayoría de planes especiales y dietas específicas para sus clientes. Apoyándose en aquello de ‘no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy’, Romero no duda en afirmar que “en Navidad se come mucho y mal, apenas se comen verduras, se consume mucha carne y pescado”. Y por ello prepara estas dietas para equilibrar las que han sido alteradas con tantos atracones y excesos.

Otro de los propósitos habituales a los que muchas personas se aferran para encarar el año que empieza es el de dejar de fumar. En una encuesta realizada en 2017 por la Encuesta Nacional de Salud se ponía de relieve que el numero de fumadores en España había descendido al 22% de la población, la cifra más baja en las últimas tres décadas. Un vicio que cuesta ser olvidado pero que, como dice Ascensión Ramírez Cacigas –psicóloga y psicoterapeuta especialista universitaria en Hipnosis Clínica– “para dejarlo, hay que querer hacerlo de verdad”.

Ascensión es experta en tratar casos de tabaquismo y ayudar a dejarlo. “La hipnosis se lleva a cabo cuando el paciente está en un momento de la terapia en la que realmente la necesita, dependiendo de las sesiones”, afirma.

Otro propósito estrella que se escucha todas las navidades es el de ir al gimnasio. Juan Ramón Valverde, gerente del gimnasio PSM en la calle Santiago, cuenta cómo sus clientes, al irse de vacaciones de Navidad, prometen estar de nuevo en el gimnasio el día 2 de enero. “Pero eso casi nunca ocurre al final; no se presentan hasta el 15 de enero”, dice.

Valverde sí nota en el público lo de los propósitos, pero más a mediados de enero. Esto lo achaca a que la afluencia de la gente al gimnasio está relacionada con la época que sea. “Se nota mucho la ida y venida de los clientes dependiendo de la fecha. Se condicionan mucho dependiendo de si hay puentes, Navidad, carnavales...” explica.

A estos ejemplos se le unen una interminable lista de buenos propósitos relacionados con hábitos saludables y sanos que mucha gente cumple. “Año nuevo, vida nueva”. Pero en otros casos, la novedad se queda simplemente en el año.