Ana Suárez Galiano, una de las dos personas imputadas por el caso conocido como Operación Burbuja Inmobiliaria, salió ayer tarde de la cárcel de Puerto 3, en donde permanecía internada desde el pasado 8 de marzo por varios presuntos delitos de estafa continuada y falsedad documental. Junto a Luis Manuel García Román había sido detenida el 5 de marzo por, según la Policía, haberse quedado con las señales de varios pisos que tenían en venta, y haber estafado a varios bancos con la consecución de hipotecas que no pensaban pagar.

Ana Suárez salió de la prisión en torno a las cinco menos veinte de la tarde de ayer, después de que su familia abonara la fianza que el juez había impuesto para salir en libertad provisional ala espera de juicio. A pesar de que la fiscalía había solicitado una rebaja en los 70.000 euros fijados por Sergio Escalona, titular del juzgado número 2 de Cádiz, finalmente éste rechazó el pasado viernes día 5 esa petición. En ese mismo auto, el juez resolvía declarar "insuficiente" la garantía hipotecaria presentada por la familia para lograr la libertad, y desestimar al mismo tiempo la reducción de la fianza.

El fiscal había pedido la rebaja en atención al tiempo que Ana llevaba en la prisión y que padece una enfermedad grave, lo que le ha hecho pasar la mayor parte de este tiempo en la enfermería de la cárcel. Aunque pasó los primeros días en una celda normal, poco después, Ana solicitó el ingreso en las dependencias médicas, alegando su situación. No obstante, según fuentes penitenciarias, aunque el mal que la aqueja es bastante serio, su estado es bueno. Por ello tal vez, su salud no ha influido a la hora de que el juez aceptara la reducción de la fianza.

El otro implicado en la Operación Burbuja, Luis Manuel García Román, al que la Policía considera "el cerebro" de las presuntas estafas, salió de Puerto 2 el pasado viernes 22 de mayo, también tras presentar un familiar una vivienda como garantía hipotecaria de la fianza. Su salida fue menos discreta que la de su compañera en estos avatares judiciales. En la puerta de la cárcel, algunos parientes suyos intentaron evitar con golpes que los fotógrafos de prensa recogieran imágenes del momento.

Las andanzas de Luis Manuel y Ana saltaron a la luz el viernes 6 de marzo, cuando se conoció su detención. Su proceder ilícito habría afectado a 21 ciudadanos, a los que habrían "vendido" varias veces los mismos pisos y con cuyas señales se habrían quedado, y a dos entidades bancarias. Esta actividad les habría procurado un lucro de 768.000 euros.