La hermandad de Las Aguas ha roto el silencio oficialista que venía manteniendo en torno a su futuro en el Oratorio de San Felipe, sede canónica de la corporación. Más de una semana después de cerrarse el acuerdo entre el Obispado y la Junta, la cofradía ha emitido sendos comunicados de prensa en los que vuelve a mostrar su preocupación por la forma de actuar del Obispado y arremete contra la falta de apoyo del Consejo de Hermandades.

El primero de estos comunicados oficiales aclara la posición de la hermandad "acerca del acuerdo al que han llegado" el Obispado y la Junta, del que apuntan que han tenido conocimiento únicamente por las "noticias aparecidas en los diferentes medios de comunicación".

En el escrito hecho público por la junta de gobierno se pone de manifiesto que después de haber cerrado este acuerdo, "la hermandad carece totalmente de información oficial acerca de cómo se verá afectada por el convenio alcanzado". Al mismo tiempo muestra "nuestra más profunda preocupación ante la cercanía de la Semana Santa por el uso que pueda darse al Oratorio el 19 de marzo, Miércoles Santo". Este último aspecto ha sido reiterado en varias ocasiones por el hermano mayor, José María Macías, que está convencido "de que no vamos a poder salir de allí" en 2008.

Por ello, en Las Aguas se muestran confiados de que de forma "inminente" el Obispado reciba al hermano mayor, "como ya ha sido solicitado en varias ocasiones de forma escrita y verbal", con la intención de tener conocimiento del futuro de la corporación y estudiar soluciones posibles.

Precisamente, el vicario general de la diócesis, Guillermo Domínguez Leonsegui, informaba ayer a este periódico que la esperada reunión con el hermano mayor de Las Aguas podría producirse esta misma semana, ya que la actividad frenética de estos días en el Obispado (el acuerdo con la Junta, la rehabilitación del Oratorio y el cierre de San Pablo) ha imposibilitado hacerlo antes.

No obstante, Domínguez Leonsegui aseguraba ayer que en los últimos días ha intentado sin éxito "localizar al hermano mayor" para cerrar la fecha de la reunión. Un encuentro que Macías entiende que debió celebrarse "hace un año o año y medio", lo cual hubiera permitido a la hermandad planificar mejor su futuro, que en Las Aguas ven lejos del Oratorio (templo al que piensan que no regresarán, ni siquiera en el 2013).

El futuro de Las Aguas parece que no quedará decidido hasta el mes de enero, fecha en la que convocarán cabildo extraordinario para abordar la problemática en relación con la sede canónica, y que desde la junta de gobierno no se descarta que derive incluso en la no salida procesional el Miércoles Santo de 2008.

ruptura de relaciones con el consejo

Junto al comunicado oficial sobre el Oratorio, la hermandad hizo público en la tarde de ayer que rompía las relaciones con el Consejo de Hermandades, de tal forma que la junta de gobierno ha decidido "minimizar la participación de la hermandad en los actos que organice" dicho organismo. Es decir, que Las Aguas solo asistirá a los plenos de hermanos mayores de todas cuantas convocatorias se reciban por parte del Consejo, según explicaba ayer a este medio José María Macías. El motivo: "que el Consejo no ha dicho ni hecho absolutamente nada por la cofradía". Así de tajante se mostraba Macías, quien tampoco ha encontrado respaldo en el Secretariado Diocesano.

Las Aguas ha manifestado su "desencanto" con la presidencia del Consejo. Miguel García se enfrenta por tanto al primer problema serio de su etapa, ya que no es habitual que una hermandad tome este tipo de decisiones. Como ocurriera con Columna, ahora se vuelve a recriminar la actitud del Consejo, "que no ha estado al servicio de las hermandades". José Macías se llega incluso a plantear si este organismo cofrade "tiene posibilidad alguna de solucionar problemas, porque creo que no".