Johana Takkinen | Doctora del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades

"La listeriosis en Andalucía nos alerta más que la comida rápida"

  • La directora del Programa de Enfermedades transmitidas por los Alimentos, agua y zoonosis intervino en el simposio internacional de listeria en Sevilla

Johana Takkinen durante su intervención en el simposio internacional sobre listeria celebrado en Sevilla

Johana Takkinen durante su intervención en el simposio internacional sobre listeria celebrado en Sevilla / M. G.

Enfermedades como la listeriosis son objetos de estudio prioritario en el Centro Europeo para la Prevencion y el Control de Enfermedades (ECDC), que constata una mayor número de casos en la última década. Johana Takkinen, directora del Programa de enfermedades transmitidas por los alimentos y el agua y zoonosis del ECDC, Takkinen estuvo a cargo de la conferencia con la que quedó inaugurado en Fibes el simposio internacional de listerioris que ha organizado la Fundación Progreso y Salud, una entidad adscrita a la Consejería de Salud y Familias. Además de comentar el brote causado por la carne contaminada de Magrudis, cuya mortalidad califica “dentro del promedio”, Takkinen cree que el incremento de listerioris en Europa está relacionado con factores sociales, como la enfermedad y las tendencias alimenticias, y se detiene en los efectos que el cambio climático producirá en la aparición de nuevas enfermedades.

–El brote de listeriosis provocó 222 casos de infección desde el 22 de julio hasta el 13 de septiembre de 2019. Murieron tres personas adultas y cinco mujeres sufrieron un aborto. ¿En qué grado se califica el brote?

–Fue un brote amplio con casos graves, algo que no es infrecuente en las infecciones de listeriosis. La tasa de mortalidad para los casos graves es del 15-20% en la Unión Europea. El brote del verano entra dentro del promedio.

–La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria avisa de una tendencia creciente de infecciones en Europa...

–Los países de la UE comunican anualmente los casos de listeriosis graves a la ECDC y, en efecto, así ha ocurrido en la última década. También en el último año del que disponemos datos. El número de afectados por listeriosis fue ligeramente mayor en 2018 que en 2017.

–¿A qué se debe esta tendencia?

–Además de las mejoras del sistema de vigilancia en los Estados miembros, lo que hace que hayamos ido teniendo más datos, entre la población de más edad probablemente esté relacionado con personas que sufren enfermedades crónicas. Otro factor es el aumento del consumo de comida lista-para-comer [ready-to-eat o preparada].

–¿Por qué?

–La listeria crece bien en ambientes fríos, en las neveras de casa, por ejemplo. Si dejamos que la comida preparada pase de la fecha indicada, le damos facilidad a la listeria para que se multiplique. Si la comemos sin el apropiado proceso térmico, el riesgo de ingerir listeria es muy alto y, por tanto, el riesgo de una infección grave.

–Los responsables de vender la carne contaminada que provocó el brote de listeriosis están siendo juzgados. ¿Qué debería aprenderse?

–Teniendo en cuenta el control al que se someten bacterias como la listeria, es importante seguir los consejos y las advertencias de las autoridades de salud pública y seguridad alimentaria.

–¿Qué han aprendido en la ECDC de este último brote?

–Que aunque la mayoría de las infecciones graves por listeriosis aparecen como casos esporádicos, casos únicos, individuales; los grandes brotes de fuentes puntuales en un país también son posibles. El brote de listeriosis de Sudáfrica en 2017-2018 fue ya una llamada de alerta.

–¿De qué?

–De los alimentos preparados, que contaminados por una sola fuente pueden provocar brotes amplios y casos muy graves.

–¿Deberíamos ir acostumbrándonos a un mundo con más picos epidémicos?

–Es difícil generalizar. La higiene en la preparación de los alimentos en los hogares está aumentando y la seguridad alimentaria funciona bien en muchos países. Sin embargo, los cambios en el medio ambiente, por ejemplo el clima, y en las prácticas humanas, por ejemplo las dietas, pueden introducir nuevos factores de riesgo.

–¿Cómo está modificando el cambio climático el mapa de las enfermedades en el mundo?

–Los cambios climáticos, con veranos más largos y calurosos, inviernos más tibios y con más lluvias, pueden permitir a los organismos cambiar sus hábitats. Eso puede provocar la introducción de enfermedades no conocidas en un territorio.

–¿Alguna evidencia?

–Está sucediendo con animales portadores de enfermedades como las garrapatas, que causan un tipo de encefalitis y la enfermedad de Lyme, y los mosquitos que originan la Chikungunya, el dengue y la malaria.

–¿Algún dato reciente de Europa?

–Hay un claro aumento de la criptosporidiosis. Probablemente sea debido debido al aumento de las lluvias y las inundaciones.

–¿Cuál es el papel del fenómeno de las bacterias resistentes a los antibióticos?

–Los antibióticos están perdiendo la eficacia a un ritmo imprevisible incluso hace cinco años. La bacteria Salmonella y Campylobacter en humanos están mostrando ya una alta resistencia. Hay países en los que el antibiótico adecuado para casos graves de campilobacteriosis sencillamente no hace nada.

–¿Por qué?

–El uso incorrecto de los antibióticos puede hacer que la bacteria se vuelva resistente contra futuros tratamientos. Es un peligro para la salud, no sólo para la persona que tomó los antibióticos de manera inapropiada, sino también para cualquiera que pueda contagiarse luego con esa misma bacteria resistente.

–¿Cómo puede contribuirse a que mueran menos de las 33.000 personas anuales a causa de una superbacteria?

–Usar los antibióticos de manera responsable. Tomarlos sólo cuando los recete un médico y seguir sus indicaciones.

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