Ateos. Por Fernando Santiago
ATEOS
Una de las cosas buenas que tenemos los ateos es que no intentamos convencer a nadie, no existe la evangelización en nosotros. Tampoco tenemos una iglesia a la que pertenecer y por lo tanto, ni damos la brasa al personal ni hace falta que nos den dinero público para mantener templos y sacerdotes. Es un beneficio extraordinario para la sociedad. Encima el catolicismo está lleno de hipócritas que dicen pertenecer a una Iglesia pero no cumplen sus preceptos, divorciados, gente que promueve el aborto, adúlteros, la mayoría no practican la caridad, lujuriosos, envidiosos, eso por no hablar de musulmanes que comen cerdo y beben al alcohol. Los ateos no tenemos más normas que las de la convivencia. Dice un amigo “si existe el cielo yo llegaré antes que la mayoría de los católicos”. Si España fuera atea el Estado ahorraría decenas de miles de millones de euros que ahora sirven para pagar colegios concertados donde llevan a sus hijos la clase media aspiracional, asitencia religiosa en los hospitales o el Ejército y todo el clero secular con sus sueldos y sus prebendas. Otra ventaja de los ateos es que no tenemos procesiones, ni cofradías ni hermandades, así que no damos la brasa el año entero ni ocupamos las calles, no alfombramos de cáscaras de pipas el centro de las ciudades ni cortamos el tráfico, no necesitamos policías locales, por supuesto no tenemos escándalos sexuales en las hermandades a las que tan aficionados son los cofrades, al menos los gaditanos . Todo son ventajas, como pueden ver. Según dicen ahora hay un reverdecer del catolicismo en la juventud, yo no lo veo más allá de la que les ha dado a algunos periódicos, motivado por el vídeo de Rosalía vestida de monja y la película inverosímil “Los domingos” en la que, según dicen, una adolescente comunica a su familia que quiere ser monja, lo que ha suscitado interés en algunos por lo insólito de la cuestión. Debe ser que si una chica dice que quiere ser puta no llama tanto la atención . Yo veo a una mayoría de gente que solo usa a la iglesia para actividades sociales y para el folclore procesional. Todo lo anterior no quita para que los ateos podamos agradecer a algunos curas que durante el franquismo impulsaron la democracia y durante la transición dieron la cara: el padre Araújo, Gabriel Delgado, Alfonso Castro, Javier Fajardo, Juan Cejudo. Ahora dicen que van a reabrir La Pastora, donde se encerraban los que tenían alguna demanda durante los años 70, no sé si la marcha de Zornoza retrasará el proyecto, al obispo le propuse un debate sobre la existencia de dios pero no quiso. Qué tiempos aquellos de la Albania de Enver Hoxa, único estado en la historia que se declaró oficialmente ateo y convirtió la iglesias en pabellos deportivos.
Fernando Santiago
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