Cultura

Una vuelta a los pasos de 'Medea'

  • El Ballet Nacional recupera, diez años después, y con Antonio Najarro al frente, la emblemática pieza del maestro Granero.

Las más de 500 representaciones desde su estreno en 1984 señalan a Medea, la pieza creada por el llorado maestro Granero, como un clásico prácticamente instantáneo de la danza española y en la obra más emblemática de la historia del Ballet Nacional de España, "la obra teatral por excelencia de todo su repertorio", dice su máximo responsable artístico. Hoy, en su primera visita a Sevilla al frente de la compañía, Antonio Najarro lleva al nuevo Auditorio de Fibes su versión de esta obra con guión de Miguel Narros a partir del mito de Eurípides, la poderosa y desgarradora historia, aliada aquí con el pellizco jondo (la música original, que sonará también hoy, es de Manolo Sanlúcar, que asistirá al espectáculo), de una mujer que traiciona a su raza, asesina a su hermano y pone también fin, porque las tragedias nunca acabaron bien, a la vida de sus propios hijos.

"Hacía casi diez años que el Ballet no hacía Medea, así que es una buena oportunidad para las nuevas generaciones y para los aficionados que no la han podido ver en directo todavía. Hemos hecho un gran esfuerzo para recuperar la versión original, viendo vídeos, hablando con gente que participó como intérprete...", explicaba ayer Najarro, joven y versátil coreógrafo y bailarín que tomó las riendas de la compañía pública de danza en abril de 2011. Para la directora de la Bienal, esta reposición, para la que ha sido necesario recorrer un largo y complicado camino, supone una de sus propuestas señaladas y más especiales, no sólo por el aire mítico que ha ido adquiriendo la obra, sino también por estar la presente edición, que afronta ya su último tramo, dedicada particularmente al baile.

La bailarina y bailaora madrileña Lola Greco, Premio Nacional de Danza en 2009, y el sevillano Francisco Velasco, la primera como artista invitada y el segundo comobailarín principal, coinciden ahora de nuevo en esta función, después de haber estado implicados hace 15 años en una reposición de la obra en Tel Aviv (Israel), de la mano del propio Granero, ella como protagonista y él muy joven aún, con 25 años, como parte del segundo elenco. Por todo ello esta función será "muy emotiva". Greco, convencida de que Medea contiene y resume "el espíritu grandioso de nuestra danza". "He vuelto a estudiar, a ponerme en forma, ha sido como volver a empezar y creo que se ha conseguido esa magia", decía Greco antes de confesar: "Es delicado hacer algo que ya hiciste antes, entre otras cosas porque tú ya no eres la misma". Aunque la intérprete dice haber aprovechado precisamente todo ese tiempo, esos tres lustros de experiencia, para volver a encarnar a un personaje de "pasos muy adultos". Las comparaciones son muy sensibles en este caso porque este rol fue asumido en el pasado por figuras del calibre de Manuela Vargas, cuyo nombre quedó asociado para siempre a esta obra que ella bailó por vez primera, o Merche Esmeralda. "Es difícil no tener en mente los movimientos histriónicos de Manuela Vargas, por ejemplo, pero las copias no funcionan y además cada medea ha tenido que trabajar interiormente, y eso es lo que yo he hecho", afirmó.

A su lado, feliz por el reencuentro y "muy alegre" por la llamada de Antonio [Najarro], Velasco aseguró que esta nueva incursión en el legado de Granero conserva "el sello tan personal" del maestro fallecido en 2006. El sevillano, que interpreta el papel de Jasón, recordó que ya en Tel Aviv Greco empezó a llamarlo "bebé": "Ella me ha dado siempre lo mejor de su ser y yo intento devolvérselo", dijo.

Antes de Medea, puesto que se trata de un programa doble, el público que se acerque a Fibes podrá disfrutar también de Suite Sevilla, una coreografía de Antonio Najarro sobre la composición musical homónima de Rafael Riqueni, que contará además con la participación de Argentina como cantaora invitada. "Es una muestra bastante amplia de los géneros de la danza española", explicó el director del Ballet Nacional. Así, la pieza transcurre entre guiños a la escuela bolera y la danza clásica española, pero también hay momentos, de carácter "bastante teatral", con pasos a dos, e instantes reservados para un baile más intimista e incluso para el diálogo con las tendencias más inclinadas a la vanguardia y el riesgo.

"Intervendrá el grueso del Ballet porque me interesa poner de manifiesto su gran estructura, mostrar su cuerpo de baile -continuó- y por supuesto darle también el protagonismo a los solistas", entre los que se encuentran Esther Jurado como bailarina principal, Aloña Alonso y Jéssica de Diego como primeras bailarinas y Mariano Bernal y Eduardo Martínez como primeros bailarines. La música del espectáculo, en su mayoría de Riqueni pero no sólo (también hay composiciones de Miguel Rivera y Diego Losada) será interpretada en directo por diez músicos de la plantilla del Ballet.

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