Bienal de Flamenco

Cuerpos por encima de todo

Imágenes cedidas por el ICAS. Ayuntamiento de Sevilla.

Cuerpo, mente, alma. Baile: Jesús Carmona, Karime Amaya y Paloma Fantova. Cante: David de Jacoba, Esaú Quirós y Miguel de la Tolea. Guitarra: Carlos de la Jacoba y Jony Jiménez. Música y percusión: Lucky Losada. Violín: Thomas Poitiron. Coreografía y Dirección escénica: Jesús Carmona. Luces: David Pérez. Lugar: Teatro Lope de Vega. Fecha: Viernes, 26 de septiembre. Aforo: Casi lleno.

La generación más jóven tomó anoche el Lope de Vega para dejar constancia de que la cadena del flamenco no se va a interrumpir. Ni en el tiempo ni en el espacio, ya que de los tres artistas que bailaban, una es mexicana (Amaya), Carmona nació en Barcelona y Fantova en El Puerto.

El espectáculo no pudo ser más simple: un baile cada uno -largo, eso sí-, y, como nexos, unas buenas intervenciones musicales -comenzando por un taranto que sirvió de presentación a unos cantaores poco habituales- y algunos pasajes coreográficos, con una iluminación más de sala de fiestas que teatral, que aportaron realmente poco.

Otra cosa fue el baile individual. La primera, por soleá, fue Karime Amaya (1985), sobrina nieta de la gran Carmen Amaya e hija de La Winy. En su primera visita a la Bienal, Karime bailó muy bien; con gran fuerza pero más sosegada que en sus inicios y, sobre todo, alejándose del modelo familiar que llevaba grabado para ir creándose un estilo propio, basado también en el poderío de sus pies.

Jesús Carmona (1985), que ya triunfara en la Bienal Pasada en el Teatro Alameda, fue sin duda el más completo con sus alegrías. Sus estudios de danza española y escuela bolera le ofrecen un vocabulario, una colocación y una seguridad en los giros que, cuando se olvida de la técnica y se entrega a la flamencura, logra pasajes de gran bailaor.

Y por último, con 24 años, aunque con una trayectoria internacional envidiable, la andaluza Paloma Fantova (también aplaudida en el Alameda y en Fibes la pasada Bienal) suple lo elemental de su lenguaje con una furia en verdad increíble. Su seguiriya al cante, se desarrolló a golpes de genio y de dramatismo.

Tres cuerpos jóvenes, llenos de energía flamenca.

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