Más de tres cuartas partes de los 22 países de la Comunidad Iberoamericana de Naciones habían confirmado hasta ayer su asistencia a la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno que se celebra en Cádiz los próximos 16 y 17 de noviembre.

Así lo avanzó ayer el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, en un desayuno informativo, donde también confirmó que no se presentará el año próximo a un nuevo mandato.

A día de hoy, se sabe que el presidente paraguayo, Federico Franco, no visitará Cádiz debido al enfrentamiento que mantiene con sus vecinos, que no le reconocen como presidente legítimo. Cuba y Venezuela tampoco han confirmado quién encabezará su delegación, si bien el actual presidente cubano, Raúl Castro, nunca ha asistido a estas citas.

La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, si bien llegó a confirmar su presencia, ahora está en duda. En caso de que finalmente se desplace a Cádiz, Iglesias ha confiado en que su presencia sirva para que los Gobiernos de España y Argentina dialoguen y puedan limar asperezas tras el conflicto que provocó la expropiación de YPF a Repsol.

Iglesias ha defendido que las Cumbres Iberoamericanas que se celebran desde 1991 con periodicidad anual pasen a ser bienales, para alternarse así con las citas que cada dos años la región de América Latina y el Caribe mantiene con la UE, en la que se tratan temas complementarios.

Iglesias afirmó que una cooperación renovada entre los países latinoamericanos y España y Portugal puede "contribuir" a la salida de la crisis de los países de la Península Ibérica.

En su opinión, la salida de la crisis por parte de la zona euro "va a llevar más tiempo" de lo que se pensaba y ha expresado su deseo de que "ojalá" se cumpla el plazo de cinco años marcado recientemente por la canciller alemana, Angela Merkel, para superar la situación actual.