Cádiz ha sido históricamente una ciudad eminentemente comercial. Por ello, inmersa en la conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812, la Facultad de Ciencias Económicas y Ciencias Empresariales de la Universidad de Cádiz abrió ayer las Jornadas conmemorativas de la Constitución de Cádiz: Comercio y comerciantes en el Cádiz de 1812, que finalizan mañana.

Durante estos tres días, este ciclo de conferencias intentará explicar las claves de los negocios establecidos en la ciudad durante el asedio francés y la promulgación de la primera Carta Magna.

Estas jornadas comenzaron ayer con la ponencia realizada por el director del Archivo Histórico Provincial, Manuel Ravina, sobre Las compañías mercantiles en los protocolos notariales de Cádiz. Ravina mostró su punto de vista a partir de un trabajo que le ha permitido catalogar todos los registros de los negocios del Cádiz del Doce. Una charla en la que se vio "la visión de un archivero tras leer las escrituras" de las compañías mercantiles, tal como apuntó el documentalista.

En primer lugar, Ravina partió del objetivo de su profesión para para contar toda la información que había rescatado sobre las compañías del siglo XIX. "El archivo es el lugar donde se concentra la información, que puede ser utilizada al servicio del poder o al servicio de los ciudadanos. El archivero es la persona que pone la información, lo más rápidamente posible, al servicio de los ciudadanos", dijo.

Desde esta premisa, y conociendo el carácter comercial de Cádiz, el archivero pasó a explicar cómo se ha catalogado todas las escrituras y protocolos notariales para tener un rápido acceso a ellos.

Ravina argumentó que existen cuatro tipos de escrituras notariales, que pueden ser de creación, modificación, prórroga y disolución. Éstas últimas, según Ravina, "enseñan muchas cosas, como que existen compañías que se crearon con contratos privados sin escrituras y otras que nacieron fuera de Cádiz".

En cuanto al método de catalogación, cada protocolo notarial cuenta con una ficha propia que sirve para resumir el contenido de las escrituras. De ese resumen, se pueden sacar muchas conclusiones para definir a los negocios comerciales de la época.

Un aspecto como los otorgantes de la compañía mercantil puede enseñar las manos en las que recaía todo el comercio. "Existía una oligarquía comercial, en la que pocas manos tenían mucho poder", comentó Ravina.

Otro punto importante dentro del comercio gaditano era la procedencia de los propios comerciantes. Muchos de ellos eran extranjeros, ya fueran genoveses, franceses e ingleses. Dentro del territorio nacional, destacaban los vascos, los riojanos, los gallegos -"que ya tenían el monopolio de los puestos para freír pescado"- y los cántabros -"que tuvieron el control de las tiendas de comestibles en los siglos XVIII y XIX"-.

Respecto al tipo de compañías mercantiles, Ravina comentó que destacaron en el siglo XIX "las compañías de navegación y comercio con las Américas, los bancos de crédito y emisión o las compañías de seguros". Como curiosidad, resaltó el auge de "las compañías mineras y las grandes industrias bodegueras, con el nacimiento de González Byass u Osborne".

En el tiempo en el que las Cortes se establecieron en Cádiz y se redactó la Constitución, sobresalieron la creación de compañías mercantiles de administración de tiendas. Dentro de ellas, explicó Ravina que las principales eran las de tejidos y las tabernas. Asimismo, dentro de la industria, Cádiz tuvo importancia en la fabricación de naipes, la construcción naval, la elaboración de cerveza o los fideos, habiendo hasta 11 fábricas.

En la jornada de hoy, a partir de las 18:30 horas, el profesor de la UCA Luis López Molina impartirá la ponencia Comercio marítimo. Cádiz 1812. Por último, las jornadas finalizarán mañana con la conferencia Los diputados comerciantes en las Cortes de Cádiz, que dará el profesor de la UCA José María García León.