Mientras escucha cada pregunta lleva el ritmo bien golpeando sus gafas, tocando el suelo con los pies o con el brazo del sillón en el que se sienta para realizar esta entrevista en una habitación del hotel Playa Victoria. Antonio Carlos Santos de Freitas, conocido en todo el mundo por Carlinhos Brown (Salvador de Bahía, 1962), gesticula como siente la música y habla como alguien comprometido con el mundo que le rodea. Del milagro de Candeal él tiene gran parte de culpa y se le ilumina la cara cuando escucha el nombre del barrio que lo vio crecer. Cádiz le espera con los brazos abiertos para un espectáculo que promete el 21 de julio en el acto central de la Capitalidad Iberoamericana del Carnaval. Ayer estuvo en Cádiz para tener la primera toma de contacto.

-La lluvia le ha sorprendido hoy pero ¿qué primera impresión se lleva de la ciudad?

-Mucha lluvia. Lluvia es igual a abundancia. La crianza igual a crecimiento. Y cuando se empieza algo igual a esperanza. Todo esto quiere decir que empezamos bien el espectáculo. Lo que he podido ver es que esta ciudad tiene una gran belleza, esa Catedral... Y a esa belleza no hay que olvidar su historia. Cádiz es importante en la historia del mundo. La Constitución de Cádiz no sólo marcó el camino de la libertad a España sino a toda América Latina. Este lugar tiene mucha fuerza. Eso sí, después de la lluvia vino el sol.

-¿Qué puede adelantar del espectáculo del 21 de julio y dónde lo va a hacer?

-Bueno, he entrado por la ciudad y después hemos pasado junto a la playa y el mar y es un buen sitio. Hay que tener en cuenta que vamos a traer desde Brasil un coche eléctrico (carroza) de seis metros de altura y 30 metros de largo con un sonido muy potente. Va a ser mejor que el de Madrid y Barcelona y tengo previsto invitar a otros artistas como Tevo Calderón. En total pueden participar unas 50 personas en el montaje. El del 21 de julio va a ser el acontecimiento callejero más importante del verano español, pero no por mí, sino por la propia Capital Iberoamericana del Carnaval. La verdad es que sueño con ese día.

-Usted ya ha llevado la fiesta del Carnaval a lugares como Barcelona, donde reunió medio millón de personas, Madrid, Valencia y Sevilla, pero esta es la primera que trae su espectáculo a una ciudad carnavalesca. ¿Es un reto para usted?

-Los preparativos para el carnaval en Cádiz empiezan en septiembre, muy parecido a lo que vivimos allí. Digamos que los espectáculos anteriores que hemos tenido han sido una preparación para venir a un sitio donde hay un carnaval con una gran influencia.

-¿Puede aprovechar con su presencia en Cádiz para promocionar la candidatura de Salvador de Bahía para la Capitalidad Iberoamericana del Carnaval?

-Claro que sí. Hay muchas ciudades que andan detrás de ese título. El carnaval es un bien inmaterial de la humanidad y voy a luchar porque Salvador tenga ese título. Para un carnavalero es como tener una copa del mundo.

-¿Es importante la música en momentos de crisis como estos?

-La música y el Carnaval no solucionan nada. La solución está en nosotros mismos. Si yo dijera que con la música podemos salir de la crisis estaría mintiendo a la gente. Lo que podemos es dar momentos de felicidad y sí creo que la música es necesaria en este momento tan complicado. El mundo puede tener problemas pero no podemos dejar de tener esperanza. Lo que es importante es que la alegría que pueda sacar cada uno la tratemos de contagiar al resto.

-Usted dijo una vez que "no podemos ser ricos pero sí felices".

-Por supuesto que la felicidad no depende únicamente del dinero. Es bueno trabajar y ganar dinero pero eso debe ser utilizado como un elemento de desarrollo. Sigo diciendo que estamos en un momento de esperanza. Un mundo se fue donde había los bolsillos llenos y ahora hay otra cosa. En muchos lugares hay una crisis económica, donde no hay trabajo, pero en otros muchos sitios, en el tercer mundo, hay una crisis humanitaria, que es mucho peor.