Bicentenario

Sones que no entienden de fronteras

  • Agrupaciones representativas de las tres ciudades ofrecieron parte de sus repertorios ante miles de personas en las plazas de San Juan de Dios y la Catedral · 'Los bambones' compusieron una letra a Cádiz

El Carnaval es crítica se haga donde se haga. Da igual que parta de la Viña, de Montevideo o Tenerife. La fiesta de la carne no atiende a dueños ni mordazas, se expresa libremente en febrerillo o en pleno julio. Ayer se pudo comprobar en la capital mundial del Carnaval, en Cádiz, que aglutinó a representaciones de otros dos de los rincones más carnavaleros del globo, creando una comunión tan golfa como perfecta, una liturgia a ritmo de los tambores de 'La melaza' uruguaya, de la murga tinerfeña 'Los bambones', que interpretaron una composición dedicada a los vínculos chirigoteros que le unen a Cádiz, o de las voces potentísimas, tanto que se oían por encima del gentío, del coro 'El amanecer', unos gallos que cacarearon el tango gaditano, su majestad el Tango, que decía el Quini, sello de la pureza de una música salpicada por los sones africanos y que se exportó al Nuevo Mundo, lo que traducido resulta que hasta tres continentes se pasearon ayer por las calles de la viejita de occidente.

Las actuaciones en los dos tablaos instalados por el Ayuntamiento, bueno, en el tablao, porque en la Catedral los grupos actuaron en las escaleras del primer templo gaditano, se hicieron esperar, sobre todo en San Juan de Dios. Delante del Ayuntamiento mantuvieron, con algo de retraso eso sí, ya que no empezaron a cantar hasta casi medianoche, un hermoso mano a mano 'La Sereníssima' de Juan Carlos Aragón y la 'Araca la Cana' de Catusa Silva, que interpretó su repertorio de este año más algunas coplas de su antología. Ambas agrupaciones hicieron las delicias de los aficionados que se adentraron en la remozada plaza tras finalizar el Desfile de Reinas, sobre todo cuando los uruguayos subieron para acompañar a los gaditanos al entonar la presentación de 'Araka la Kana'.

Posteriormente le tocó el turno a la comparsa uruguaya femenina 'La Melaza', con sus tambores, que ya abrieron la cabalgata con anterioridad. La chirigota del Sheriff 'De tienda en tienda', y el cuarteto 'Los que hundieron el vaporcito', pusieron las pinceladas del Carnaval de Cádiz más cachondo y desenfadado, mientras que para concluir le tocó el turno a la murga tinerfeña 'Los bambones', que habían compuesto para la ocasión una letra a Cádiz, y el coro 'El amanecer'. La murga de Tenerife fue una de las que más aplausos cosechó con sus conseguidos disfraces y su simpatía.

Tanto en la plaza de la Catedral como en San Juan de Dios el ambiente fue excelente, con miles de personas queriendo disfrutar de una jornada tan atípica como especial en el que confluyeron los Carnavales de Montevideo, Tenerife y Cádiz. Casi nada.

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