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Bicentenario

"¿Pero los de la Cumbre van a solucionar algo?"

  • Varios ciudadanos preguntados por la conferencia iberoamericana que se celebrará en la capital gaditana la próxima semana reconocen no estar al tanto de la misma.

La Cumbre. Lleva meses ocupando páginas en los periódicos y minutos en emisoras de radio y cadenas televisivas. La XXII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.

Portadas y portadas. Titulares día tras día. Debates televisivos y radiofónicos. Desde hace semanas, la Cumbre es tema fijo en los medios de comunicación. Pero, ¿y en la calle? ¿Hablan los gaditanos sobre la próxima edición de esta conferencia diplomática que se celebrará en Cádiz la próxima semana? ¿Saben los nombres de la mayoría de los protagonistas que participará en ella el viernes y el sábado? ¿Conocen los objetivos y asuntos multilaterales que se van a abordar en este foro de altos mandatarios? En definitiva, ¿qué saben de la Cumbre?

"Es algo gordo, ¿no?", responde a la pregunta Loli Barrios. La gaditana reconoce que no puede aportar información sobre este evento: "No estoy al tanto, no... Aunque me suelo enterar de cuando pasa algo gordo en Cádiz porque, como vivo frente a la Cárcel Vieja, enseguida esa zona se llena de agentes de Policía y se prohibe aparcar a los coches por los alrededores de mi casa. Así que cuando empiece la Cumbre, me daré cuenta por todo ese movimiento", se despide la señora para proseguir con las compras en el Mercado Central.

Allí, en la Plaza, conversan tres ciudadanos de mediana edad que interrumpen amablemente su charla para dar respuesta a la pregunta sobre la Cumbre. "Lo que tienen que traer aquí es trabajo, no políticos. Estamos hartos ya de políticos...", se anticipa a contestar Manuel Quirón, que es interrumpido por Fernando Morales: "Aquí está la cosa fatal. Los políticos nos piden que nos rebajemos el sueldo, pero ellos, que ganan miles y miles de euros, nada. No se tocan el bolsillo. Y ahora lo de los desahucios... ¡Esto es un desastre, hombre!". Consciente de que se ha desviado del tema en cuestión, el "socialista decepcionado al máximo", como el propio Morales se califica, retoma el asunto de la Cumbre con un interrogante: "¿Pero se sabe a qué viene esta gente aquí? Porque los sudamericanos a nosotros nos van a dar poco. Si allí hay más hambre que aquí, hombre...". "Bueno -le interrumpe el tercero, José López-, en la posguerra Argentina ayudó a muchos españoles, ¿eh? Y también es verdad que, ahora, muchos empresarios españoles están trabajando en países de América Latina y muchos están encontrando salida allí. Lo que hay que hacer es arrimarse a los países que tienen petróleo y oro". La conversación prosigue, pero por otros derroteros... Hay ganas de hablar del paro, de los desahucios, de los bancos "sin humanidad", de la corrupción política, pero no de la Cumbre.

En la puerta del supermercado Carrefour, Toñi reclama a los clientes que acceden al establecimiento alimentos para los niños saharauis. "Hay mucha gente en Cádiz que no tiene nada, que son pobres, y, sin embargo, son siempre los más solidarios. Es para estar orgulloso de estos gaditanos", sonríe la joven mientras recoge un paquete de arroz de manos de una señora. Una sonrisa amable que le dura poco. La borra de su cara tras escuchar la palabra Rey. "A mí me da igual el Rey y el Príncipe", apunta. "A mí lo que me preocupa es que mi marido está en paro, que yo estoy en paro, que mi madre cobra una pensión de viudedad ridícula, y que hay mucha gente que lo está pasando muy mal en estos momentos. Eso es lo que me preocupa. ¿Y una Cumbre para qué? Ya estamos hartos de palabras, lo que deben hacer los políticos es actuar y solucionar el problema del paro. Muchas palabras y la mayoría para contar mentiras. ¡Ya está bien!", se desahoga Toñi.

A unos metros de allí, Manoli y María José detienen su relajado paso ante el interrogante "¿Qué pueden decir sobre la Cumbre Iberoamericana?". "Que va a ser un coñazo para nosotros, para los gaditanos", dispara Manoli. Y prosigue María José: "En el autobús me he enterado de que en los dos días de la Cumbre se van a cortar muchas calles al tráfico, apenas se va a poder aparcar en el centro, y los bidones de basura los van a cambiar de sitio. Y yo no me voy a quedar con la basura en casa, ¿eh?", advierte la gaditana. "Bueno, ¿y todo eso para qué? ¿Los de la Cumbre van a solucionar algo? Pero si los de Sudamérica están peor que nosotros... La Cumbre, al final, son gastos. Nada más que gastos para la ciudad".

Algo más optimista se muestra Javier Benítez desde el otro lado del mostrador de la tienda de souvenirs y productos típicos Usted está Aquí, ubicada en la calle José del Toro. El gaditano cree que los sectores hotelero y hostelero se beneficiarán económicamente durante los dos días de la Cumbre, aunque también es consciente de que la conferencia diplomática causará malestar a los ciudadanos, entre ellos, a él, que no sabe dónde va a aparcar su vehículo esos días. "Si se tiene que celebrar la Cumbre, está bien que se celebre aquí, en Cádiz, porque deja dinero y porque así se promociona el nombre de esta ciudad en todo el mundo. Pero la duda es: ¿Para qué sirven realmente estas cosas? Yo creo que no sirven para casi nada", se responde a sí mismo.

Benítez, que está siguiendo las informaciones sobre este acontecimiento, lamenta que finalmente no venga a la ciudad la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, y al parecer tampoco el mandatario de Venezuela, Hugo Chávez. "La gente se acuerda de la famosa frase '¿Por qué no te callas?' que le dijo el Rey a Chávez, pero creo que no la asocia a una Cumbre Iberoamericana (Chile, 2007). Estaría bien que esta Cumbre también fuera recordada por una frase así. A ver si el Rey dice: "¡Estamos en Cádiz, picha!", bromea. Y recupera el tono serio para agregar: "La Cumbre de Cádiz pasará, y no creo que deje huella".

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