Toros

Carmelo García Cabo cumple los veinticinco años de su alternativa

  • Paco Ojeda le cedió los trastos en la plaza de toros de Sanlúcar el 31 de mayo de 1987 en presencia de Luis Parra Jerezano para lidiar al toro 'Bribón' de Camacho

Cumple Carmelo los veinticinco años de su alternativa y también se puede conmemorar aquella fecha como el cierre de una prolífica generación de toreros que arrancó a la luz de Limeño.

Fragua de toreros que, por fortuna, no terminó con el doctorado de Carmelo, abriéndose una nueva generación de profesionales de Sanlúcar, una ciudad que ha seguido alumbrado matadores de toros.

Pero Carmelo fue el último de una época en la que Sanlúcar había sido más que una fecunda cantera, fue una escuela. La afición respondía a los festejos de promoción de la empresa y la plaza ofrecía largas temporadas. Salieron muchos matadores y grandes profesionales de plata, banderilleros figura de una época romántica de toreo a la luz de la luna.

El 31 de mayo de 1987, se van a cumplir los veinticinco años, Paco Ojeda ante Luis Parra "Jerezano" cedía a Carmelo los trastos para matar al toro "Bribón", de Camacho.

Triunfó Carmelo aquella tarde pero el toreo no le dio paso. Y eso que nuestro torero fue a Madrid sin dilaciones a confirmar en agosto, un día 23 con Raúl Aranda de Padrino y Carretero de testigo con un "Morisco" de El Sierro. En aquellos años agosto en Madrid era quizá peor que hoy, una ruleta rusa que jugaría Carmelo una vez más el 20 de agosto de 1988 con unos imposibles toros de Luis Cameno.

Aquel joven Carmelo, poco más de veinte años, no se dio coba y lo vio muy claro y su última actuación fue en Valdemorillo el 5 de febrero de 1990. Pocos días después y en ese mismo mes de febrero, debuta cono banderillero con Jesulín en Nimes.

Y con Jesulín ha estado siempre en una brillante carrera profesional como peón de brega. Precisamente los triunfos de Jesulín en Sanlúcar de Barrameda marcan el final del capítulo de la historia del toreo sanluqueño que abrieron Limeño y Cardeño.

Carmelo había bebido en las fuertes locales, como no, Ojeda, Marismeño, Parada, Montiel, Mangui... Pero fue un niño prodigio del toreo. Empezó muy pronto y vivió cuatro años en Benicassim haciéndose gran ambiente por las plazas de levante.

Nacido en 1967, con apenas doce años Carmelo ya andaba por esos ruedos y en 1981 se presentó en Sanlúcar, un día de San José, con erales de Sánchez y Sánchez. Con 17 años, en 1985, ya había toreado en Madrid y tuvo muchísimo ambiente de novillero.

Tras su breve paso como matador y en la cuadrilla de Jesulín de Ubrique, formó un fenomenal e insustituible equipo con Antonio Caba a las ordenes del matador. Los dos toreros forjaron un estrecho vínculo que sigue hoy. Carmelo y Caba pasaron del albero a los despachos y se hicieron empresarios. En los cientos de festejos toreados aprendieron el bachillerato de las tripas del toreo y se licenciaron organizando festivales de banderilleros. Ahora Carmelo y Caba son pareja de empresarios, dos veteranos para el ruedo pero muy jóvenes para empresa taurina: el futuro es largo.

La alternativa de Carmelo es un hito personal y profesional pero también un hito cultural en el lado cultural del toreo ya que fue el eje del largometraje "Duende" -un film de producción francosuiza dirigido por Jean Blaise Junod con fotografía de Hugues Ryffel- en el que, dos días antes de su alternativa recordaba el largo camino recorrido, recogiendo las impresiones de la familia y los consejos del referente de su generación torera: José Martínez "Limeño". No podía ser otro.

Han pasado veinticinco años desde que rodó sin orejas aquel "Bribón" en el albero sanluqueño: felicidades.

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