Adra regresó ayer al pasado tanto en imagen como en historia. Muchos hicieron memoria, pensaron en la riada de 1973, que supuso un antes y un después en la estructura pluvial de la localidad.  Los cuarenta litros por metro cuadrado de agua en tan solo una hora provocaron el caos. Calles céntricas como Natalio Rivas, el Paseo de los Tristes o la propia carretera del Puerto hicieron temer lo peor. No había llegado el mediodía cuando el agua comenzaba a correr por las calles, los que se encontraban en las proximidades de la rambla de Las Cruces minutos antes ya sabían que lo que iba a suceder nada tenía que ver con la típica tormenta de verano. Fue esta rambla la que llevó la mayor parte del agua hasta las principales vías.

Las imágenes eran espantosas. Inmediatamente comenzaron a ser difundidas a través de las redes sociales por los propios vecinos. Los vídeos reflejan gente intentando huir del agua y algunos tratando de esquivar a los automóviles, que parecían bailar sobre las aguas. Hasta camiones bajaban calle abajo. Nada era inamovible en Adra entre las 11:00 horas y las 13:00 de ayer. 

Las nubes desaparecieron tal y como llegaron. Apenas hubo tiempo de asimilarlo. Minutos después de que el sol volviera a escena, las calles se llenaron de gente. Era momento de achicar agua en los bajos y garajes inundados. En ello se afanaban los vecinos afectados. Otros tuvieron que recorrer las calles para encontrar su vehículo. No hubo que lamentar víctimas, pero el susto hizo que algunos no encontraran momento para calmar el llanto. 

Una treintena de personas tuvieron que ser rescatadas de sus vehículos, algunas de ellas en riesgo debido al riesgo de movimiento por empuje del agua. Casi un centenar de incidencias debieron ser atendidas, pues se ocasionaron ocasionado cuantiosos desperfectos materiales por inundación y arrastre. En algunos puntos, el agua alanzó casi el metro de altura.

 El alcalde de Adra, Manuel Cortés, solicitó auxilio a la Subdelegación de Gobierno, Junta de Andalucía y Diputación Provincial, quienes pusieron a su disposición los medios necesarios para las labores de recuperación de las zonas dañadas. Se solicitó  la intervención del Plan Infoca que, a su vez, activó un medio aéreo que está sobrevolando la zona en labores de vigilancia y dos camiones autobomba para participar en las labores de limpieza de cauces y viarios. Los Bomberos del Poniente también trabajaron en el suceso, pues ellos fueron los encargados de participar en la mayoría de los rescates.

Las primeras lluvias de la madrugada también ocasionaron anegaciones en Roquetas de Mar y El Ejido, donde se registraron al menos nueve incidencias relacionadas con la acumulación de agua en garajes. Otras localidades del Poniente como Berja también han sufrido inundaciones por las lluvias en sus principales calles. 

Contra la naturaleza no se puede hacer nada, incluso con un buen trabajo de mantenimiento como el que ha desarrollado el Ayuntamiento de Adra durante los primeros días de septiembre, en los que comenzó a realizar labores preventivas de limpieza de los imbornales y red de alcantarillado.