Amanecían los teletipos anunciado a la presidenta en la apertura de campaña en Almería. La presidenta, en realidad, ya abrió la campaña en Almería la pasada Nochevieja, cuando eligió la Alcazaba como fondo para el mensaje televisivo navideño. El 22-M se juega en Almería, la provincia deseada por la clase política andaluza contemporánea. De Arenas a Díaz. Arenas buscó el gran empujón en el Este. Y Díaz busca tres años después la remontada en el Este. El dedo del estratega señala Almería y Arenas se decide a ir de cuatro para amortiguar la pérdida de oxígeno del PP andaluz. Juan Manuel Moreno, que aún no ha encontrado la mascarilla para respirar, abrió la campaña oficial en su tierra, Málaga, donde no es profeta según la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Un sondeo que confirma las tendencias ya sabidas por el electorado y manidas por las tertulias. El PSOE baja, pero poco; el PP se pega el batacazo, e IU trata de evitar el naufragio. Podemos y Ciudadanos entran en el hemiciclo de las Cinco Llagas.

O entrarían, mejor dicho. ¿La otra conclusión del CIS? Susana Díaz casi duplica en grado de conocimiento al líder del centro-derecha andaluz. Así no hay quien pueda, se lamentaba un dirigente en la sede regional del PP, donde ya se masculla que la política actual no permite repetir de candidato varias veces. Esto es como la televisión, si no hay audiencia asegurada en las primeras emisiones, te mandan fuera de la parrilla. Rentabilidad, se llama. Algunos en el PP hacían cálculos ayer sobre el número de asesores, euros y minutos de televisión garantizados que se pierden con una caída de 16 diputados. Aunque preferían aventurarse, incluso, en cábalas sobre una victoria de Juan Manuel Moreno por la mínima.

La presidenta, ironías de los estrategas, esos amos y señores de la política, se pasó por Antequera antes de llegar a Almería. Antequera es el centro geográfico y simbólico de la región, el centro es el lugar soñado por todo partido que aspira a una mayoría absoluta, el centro es el mayor caladero de votos porque tiene capacidad para nutrirse del agua de todos los afluentes ideológicos. Y en el centro hay mucho votante conservador (amplíese este adjetivo a nuevas formaciones políticas como Ciudadanos) que considera que el voto útil en las autónomas andaluzas es el representado por Susana Díaz, cuya marca eclipsa intencionadamente al puño y la rosa. Malos tiempos para las siglas, buenos tiempos para las marcas personales: #YoconSusana.

Fumata blanca. Habrá segundo debate a tres. Será el día 16 en TVE. Pero no habrá careo entre Díaz y Moreno Bonilla. La presidenta aplica a la perfección la lección primera del manual: evítese el cara a cara si se tiene la victoria asegurada. Y a día de hoy, que diría Arenas en uno de sus latiguillos preferidos, el PP andaluz y la victoria electoral son conceptos que se cortan como la mayonesa mal batida. Moreno Bonilla se defendió: "Evita el debate a dos porque sabe perfectamente que en un cara a cara ella saldría perdiendo". O porque ella tiene un 83,7% de grado de conocimiento y él un 32,9%. El caso es que el CIS trajo al PP sus particulares idus de marzo.

Al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, los periodistas de Madrid lo asaetearon a preguntas sobre su escasa presencia en Andalucía durante la campaña, hurgándole en la herida de su evidente mala relación con la presidenta andaluza. Este ausencia de sinergia -que diría el cursi- es otra de las tendencias que marcan fuerza, pero de la que el CIS todavía no se ha hecho eco. Sánchez sólo vendrá dos veces, pese a la generosidad de horarios de los trenes de alta velocidad y la pluralidad de tarifas.

Maíllo, cabeza de lista por IU, fue el único de los tres partidos con representación parlamentaria en la actualidad que eligió Sevilla para el arranque de campaña. El todavía coordinador general, Cayo Lara, trató de echarle un capote a su candidato andaluz al asegurar que el poder económico está "detrás de muchas encuestas". El misterio siempre vende.

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, anunció ayer su participación en hasta siete actos en Andalucía, cierre de campaña incluido en Sevilla. El cabeza de lista de la formación por Andalucía, Juan Marín, prefiere abrir y cerrar campaña en Sevilla. Anoche protagonizó una cena con militantes y simpatizantes, una apuesta muy habitual de otros tiempos.

Podemos irrumpe en el Parlamento. El CIS le da entre 21 y 22 escaños. Pero su cabeza de lista. Teresa Rodríguez, no sólo no descorcha el cava, sino que se abona a la prudencia trufada de cierto pesisismo: "No es un buen resultado el que no nos permite aplicar nuestro programa". La cabeza de lista por Sevilla, Begoña Gutiérez, dedicó la jornada a entrevistarse con la Asociación de Empresas Forestales y Paisajísticas de Andalucía.

Un paisaje político, el andaluz, que tendrá nuevas especies en dos semanas. Las tendencias vienen con fuerza en estos días de torrijas donde alguno tiene ya garantizada la ingesta de un pestiño. Y gordo.