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Andaluzas 22M

La candidata "con pantalones"

  • Los socialistas cierran filas con Susana Díaz y le piden que siga levantando la voz

Imagínese un debate electoral con los políticos en mitad de una cancha de baloncesto, cientos de espectadores ultras espoleando desde las gradas y un árbitro-moderador controlando el tiempo que cada candidato tiene el balón y puede hacer uso de la palabra. Imagínese a Susana Díaz, Juanma Moreno y Antonio Maíllo intentando explicar su programa de economía bajo los focos cegadores de ese cardiaco pabellón.

Esto ocurre en la última temporada de la serie política de moda, la danesa Borgen, dejando en evidencia que hasta la envidiable flexibilidad de los debates estadounidenses son vieja televisión y vieja política comparado con todo lo que se podría innovar en el juego electoral. Deberíamos decir espectáculo, pero ¿no lo defendería usted antes de sufrir esos no-debates que hemos vivido los dos lunes de campañaen Canal Sur y TVE con la excusa de ofrecernos un servicio público? Sería show electoral y contribuiría más a la creatividad audiovisual que a la renovación de la política, pero ¿no le parece que al menos sería divertido?

Es evidente que quienes estos días van a jalear a los candidatos a la Presidencia de la Junta tienen más que decidido a quién van a votar; no necesitan debates ni contradebates. El ritual de levantarse, ponerse un pin en la solapa y coger una banderita para pasar media mañana esperando a que un candidato sorprenda con una gran revelación debe formar más parte del folclore político que de la responsabilidad del elector. A cinco días de la cita con las urnas, aún no he encontrado a un solo infiltrado. Ni siquiera a un indeciso. La fe en Susana es inquebrantable incluso el día en que toda la prensa de España vuelve a decir que no ha estado bien en la tele y bastantes más medios de los deseables dibujan el retrato de presidenta soberbia y prepotente que el candidato del PP lleva días construyendo con relativo éxito (que María Casado comprara el discurso de Juanma Moreno con la "cura de humildad", ¿no tiene más de madre con hijo favorito que de moderadora?).

Ajena -o no- a las críticas, la candidata socialista retomó ayer la campaña en la provincia de Sevilla y, justo en Utrera, pensé que iba a encontrar la excepción al militante de parroquia. Uno de los vecinos que esperaban su llegada en el centro del pueblo era lector de un periódico nada afín a la presidenta. ¡Falsa alarma! Era un 2 x 1 y su dinero lo había invertido en el diario deportivo que se vende junto al nacional. Por respeto a los compañeros no diré para qué me dijo que utilizaba las páginas del rotativo madrileño pero les puedo asegurar que no es para leerlo.

"Lo que demostró es que tiene pantalones". De Felipe se salta a Susana y crea un gran agujero negro sobre toda la gestión socialista intermedia. Se llama José, es octogenario, toda su vida ha trabajado en la obra y, con apenas 4 años, ya iba subido en un burro para ayudar a su padre a repartir el pan. El lunes apagó el televisor pero no porque le incomodara la candidata socialista ni porque le pareciera mal que interrumpiera ni porque hiciera de mandona: "Lo apagué porque el Jaime ese me puso de los nervios. Mira que ser hijo de emigrantes y ser de derechas". Unos minutos más tarde decido montar un pequeño debate callejero en paralelo al encuentro de la candidata con los mayores de Utrera. Conclusión: para los fans sus ídolos nunca defraudan. Si es altiva es que tiene personalidad. Si es dura es que "tiene lo que hay que tener" para defender Andalucía. Si corta a los demás es que "lo merecen porque mienten". A ninguno les gustó el formato: "la lección aprendida de clase y mucho teatro. ¿Y el cuerpo a cuerpo?".

En el ambiente más crítico y moderado se ha dado por definitivo que el candidato del PP ha ganado con los debates y que la líder socialista es la que más ha perdido. Lo sabremos el domingo. Y sabremos si se cumplen los sondeos oficiales, si se cumplen las expectativas de los partidos y hasta qué punto un debate condiciona el voto.

Tomando como referencia el popular barrio sevillano de Torreblanca, Susana Díaz, lejos de resultar "faltona", hasta crea escuela: "A mí tampoco me callan". Lo dice la presidenta de la Asociación de Mujeres La Unión: "Lo único que le pedimos es que cumpla. El empleo es lo primordial. Aquí no hay ni un sola familia que no tenga a alguien en paro".

En Alcalá de Guadaíra, la propia presidenta se refiere al polémico debate y asegura ante un millar de militantes que va a seguir interrumpiendo todo lo que haga falta "para defender Andalucía": "Ya os avisé de que nos iban a atacar mucho. Y así están haciendo. Nunca voy a levantar la voz cuando me ataquen a mí. Eso sí, como mientan sobre Andalucía, entonces no me va a callar nadie". Y el auditorio estalla con un rabioso aplauso… Sólo unos minutos antes, la secretaria provincial de Sevilla, Verónica Pérez, se había sumado a la escuela del yo no me callo y le lanzó un mensaje similar: "Susana no te calles. Sigue alzando la voz y no dejes a nadie atrás. Andalucía te quiere. Andalucía está contigo".

Superado el forzado cara cara del lunes, el candidato del PP vuelve a quedar absolutamente ninguneado de su discurso y es el presidente del Gobierno quien concentra el in crescendo de los ataques: "Rajoy sabe lo que está haciendo. Rajoy es indolente, pero tonto no es (...) Tiene miedo a perder el 22 porque sabe que después va él. Primero va Andalucía y después va él.".

Susana Díaz lleva toda la campaña subida en unos cómodos zapatos negros de cuña y con pantalones. Literal y figurado. Está ya en el quinto mes de embarazo, cuando el bebé empieza a moverse y a dar pataditas y se experimenta un subidón de fuerzas. Esto último no es científico pero para intuir que en su caso es verdad no hay que esperar al domingo.

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