Si quieren ayudar que ayuden y, si no, que no estorben. Esto se lo dijo la candidata andaluza a Rajoy este fin de semana a cuenta del empleo y bien podría aplicarse a lo que ahora avisa a su propio partido: no va a admitir “interferencias”. Ni durante la campaña ni después. Con un escenario tan abierto y tanta incertidumbre, no hay un solo día que Susana Díaz no tenga que responder por las opciones de pactos que, previsiblemente, marcarán el día siguiente a las elecciones. Su contestación no se mueve ni una coma: “Yo tengo muy claro con quién voy a pactar en Andalucía, que es con la gente, y sé también también muy claro con quienes no voy a pactar. No voy a permitir que me afecten estrategias de partido ni voy a dejar a nadie que le diga a los andaluces lo que tenemos que hacer”.

Este “nadie” es José Bono. En una visita al pueblo de Ubrique, la también presidenta de la Junta contestó tajante a la propuesta que, desde Madrid, su compañero lanzó el martes durante la presentación de su libro ‘Diario de un ministro’. El ex presidente del Congreso planteó que el PSOE debería definir su política de pactos para evitar que “cada uno pacte con quien se le antoje” y termine desdibujando al partido. Evidentemente, el socialista dijo que la mejor opción para Andalucía es la que defiende la candidata: que gane con la suficiente “mayoría” para no tener que pactar pero, si no era posible, sí se mostró partidario de que se decidiera para todo el partido en un Comité Federal.

A preguntas de los periodistas, Susana Díaz recalcó que ya ha dicho “con claridad” que “sólo se debe” a los andaluces. “Lo he dicho en reiteradas ocasiones. Sólo voy a pactar con los andaluces. No vo a pactar con el PP porque ha hecho mucho daño y no voy a pactar con Podemos porque lo que representa en Andalucía no es lo que queremos en esta tierra”, enfatizó criticando lo que se ha “vivido” en comarcas como las de la Sierra de Cádiz con el sindicato de campo.

Con tanta seguridad se expresó que apenas si dejó que se le terminara de preguntar por el papel del secretario general de los socialistas. “Usted habla claro y yo también. No voy a aceptar que nadie interfiera en Andalucía. Además creo que mis compañeros me comprenden, me respetan y apoyan en esta decisión. Dentro y fuera de Andalucía”.

Pedro Sánchez la acompañará el viernes el un mitin organizado en Almería y será la primera vez que el líder socialista se meta en la campaña andaluza frente al “rosario” de ministros -en palabras de Díaz- que están desplegándose estos días para apoyar al candidato del PP.  En realidad, será el dirigente nacional que menos intervenga en los actos del 22-M; sólo en dos ocasiones.

Sus rotundas palabras no iban dirigidas expresamente a Pedro Sánchez pero sí se podrían entender como un ‘aviso a navegantes’. Nadie le va a marcar el camino desde Madrid. La única opción que está en su hoja de ruta es el “gobierno en solitario”. Más aún en este momento de “tanta inestabilidad en España” en el que entiende que Andalucía puede ser una “oportunidad” para construir un “gobierno fuerte” que dé seguridad a los ciudadanos.

A IU volvió a dejarla al margen de su posicionamiento tajante de rechazo a pactos pero tampoco tendió puentes. Tiene “clarísimo” lo que quiere para Andalucía y lo va a “pelear” hasta el último día.

Susana Díaz continúa una intensísima agenda de campaña con visitas a pueblos, encuentros con colectivos y mítines. La jornada empezó en el pequeño pueblo de Setenil, donde volvió a dar un baño de masas, y continuó en Ubrique con la multitudinaria inauguración de la sede local del partido. Por la tarde tiene previsto un encuentro con empresarios en Los Barrios y concluirá la ruta por la provincia de Cádiz en Algeciras. Allí, previsiblemente, volverá a reclamar al Gobierno de España que apoye el Corredor como proyecto estratégico para Andalucía.