Ciudadanos llenó ayer el teatro Cervantes de Almería, algo que antaño estaba reservado para PP, PSOE y taquillazos de cine norteamericano. Algo está cambiando. Para Albert Rivera, líder de la formación, ese cambio se centra en el movimiento civil. "Cuando queríamos formar Ciudadanos nos dijeron qué en qué estábamos pensando, que no teníamos dinero y ningún medio que nos apoyara. Que con la actual Ley Electoral, la política no tenía hueco para partidos surgidos de la gente de a pie. Pero al final, conseguimos representación en el Parlamento de Cataluña y eso me enseñó algo muy importante que trato de aplicar día a día: nada es imposible".

Almería fue el acto de apertura de campaña para Ciudadanos en Andalucía, quizás porque la provincia fue pionera a la hora de crear una agrupación en la comunidad, ya que Rivera bien podría haber elegido Málaga, de donde son sus abuelos. El presidente de Ciudadanos sentenció que ni Almería ni Andalucía se merecen a sus gobernantes: "Esta es una tierra rica porque su gente lo es. Hay talento, son alegres y felices y sin embargo tienen una tasa de paro del 30% y fracaso escolar del 40%. Pero hay un gobierno resignado que no quiere hacer ruido por miedo y al que le gusta la subvención. Ante algo así, no se puede sacar pecho".

Aunque aquí habría mucho que discutir, según Rivera: "Estamos abiertos a pactos, pero no vamos a ser la comparsa de nadie. No van a convencernos a base de carguitos, que no se molesten en levantar el teléfono", concluyó.